• La Comuna de París

    428 páginas | Tapa blanda | Formato: 17 x 24 cm.
    Traductores: Daniel Iribar y Ricardo Marín
    Año de publicación: 2021

     

    Este valioso texto desgrana las razones y acontecimientos que llevaron desde la agrupación de los trabajadores y trabajadoras, la lucha desesperada por la supervivencia y la resistencia contra el ultraje de la burguesía francesa y las fuerzas alemanas, hasta el violento derrumbamiento de la Comuna en 1871. Los breves dos meses y fracción que la Comuna resistió heroicamente son narrados por Lissagaray con detalle y crudeza: los más de treinta mil fusilamientos públicos de communards, las torturas y confinamientos de obreros y simpatizantes… Un testimonio fundamental, un clásico para la izquierda, un relato conmovedor sobre el primer levantamiento obrero en una gran ciudad europea, al que Karl Marx llegó a definir como «el mayor acontecimiento del siglo XIX».

  • No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

Menú principal