• Érase dos veces

    Ilustrador: Miguel Ortiz
    50 páginas | Tapa dura | Formato: 22 x 22 cm.
    Edad sugerida: +8 años

     

    Los dibujantes, por regla, leen los cuentos antes de ilustrarlos. En esta ocasión ocurrió al revés: el escritor desafió al dibujante: «Dibuja escenas sorprendentes y ambiguas, que sean complicadas de narrar». José Miguel Vásquez propone dos historias totalmente distintas para cada ilustración e invita a sus lectores a continuar el ejercicio de imaginación de manera inversa a la convencional. Érase dos veces se despliega como un díptico narrativo en el que la imagen es la fuente de varios mundos, sugiriendo un proceso creativo que nos abre el imaginario a sus múltiples posibilidades.

     

    Entre escenario y escenario, el lector descubrirá al gonzorruelo escarlata, el perro Dico, la abuela que levita y las ratas Katz y Platz, entre otros. Lector asiduo de cuentos ilustrados desde la infancia, admirador de los relatos cortos de Juan Rulfo y Augusto Monterroso, de la poesía de Oquendo de Amat e inspirado por la artista plástica Rosario Nuñez de Patrucco, José Miguel Vásquez crea personajes con inteligente ternura, y sus aventuras llenas de humor están concebidas para estimular la imaginación no solo de los niños sino también de los adultos.

  • Luna, sol y brujas. Género y clase en los Andes prehispánicos y coloniales

    280 páginas | Tapa blanda | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    Se trata de un texto vigente para entender la gran importancia de las diversas manifestaciones y creencias de género practicadas en los territorios andinos, primero desde las culturas prehispánicas y luego bajo el colonialismo español, así como las relaciones de poder que se forjaron a partir de esos sistemas de dominación. Este trabajo muestra la trascendencia que tiene el abordaje del enfoque de género en el escenario histórico andino, con la profundidad y amplitud que merece su tratamiento. Y es que el género está articulado a la complejidad socioeconómica y cultural de nuestras sociedades particularmente con los procesos de jerarquización, pérdida de derechos, utilización de la sexualidad y control político e ideológico en las relaciones humanas y las formas de vida. El análisis de la problemática de género debería conducir a visibilizar las intolerancias, inequidades e injusticias estructurales, que parecen normalizar por lo que se ha dado en llamar la colonialidad del poder y por las superestructuras ideológicas, lamentablemente vigentes hasta nuestros días. Es decir, la modernidad y globalización hegemónicas las continúan reproduciendo bajo nuevas formas de dominación y de institucionalización de privilegios y desigualdades.

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