• La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

  • Marta Harnecker. Vida y pensamiento

    276 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Marta Harnecker fue una de las intelectuales latinoamericanas más activas y prolíficas de entre siglos. Su pensamiento se forjó inicialmente desde su militancia católica, donde desarrolló una profunda sensibilidad hacia la pobreza y la desigualdad social. Esto la llevó a París, al marxismo y a trabajar estrechamente con Louis Althusser. La metodología heredada de su maestro, años más tarde la transformaría en una de las autoras más leídas en América Latina, primero con Cuadernos de Educación Popular y luego con el libro Los conceptos elementales del materialismo histórico, libro emblemático que orientó y acompañó las luchas de ese tiempo, con más de sesenta ediciones.
     

    Marta fue una testigo y actora importante del desarrollo de las izquierdas en la segunda mitad del siglo XX e inicio del XXI. Es así como en este libro narra no solo los distintos encuentros con figuras como Fidel Castro o Hugo Chávez, de quien fue su asesora un breve tiempo, sino de gran parte de los líderes de las izquierdas latinoamericanas de las últimas décadas, cuyas experiencias y estrategias desplegadas fueron recogidas por Harnecker en diversos libros. Y este es uno de los legados de Marta, junto a su compromiso con las luchas de los pueblos y sus organizaciones. Se dedicó a difundir las experiencias de lucha y resistencia contra el capitalismo, promoviendo el “”socialismo del siglo XXI””. Su trabajo se centró en conocer, sistematizar y difundir experiencias alternativas desde la base indo-afro-popular de América Latina, siempre sin prejuicios y sin temores.
     

    Consecuente con lo que fue su práctica y relación con sus interlocutores, Harnecker rechazó la idea de una biografía tradicional. Si había que dar cuenta de su paso por el mundo, este debía ser a través de la conversación, el diálogo abierto que permitiera a las y los lectores acercarse a ella, conocerla, conocer su pensamiento, de un modo sencillo y directo.

  • Thomas Wainewright, envenenador y otros textos fulminantes

    Autor/a:Oscar Wilde

    116 páginas | Tapa blanda | Formato: 10 x 20 cm.
    Año de publicación: 2014

     

    Aunque varios de los textos que componen este librito de apariencia breve no habían sido antes traducidos al castellano, no es ésa la principal gracia que el lector encontrará en ellos. Al decir del traductor y encargado de la selección, Juan Manuel Vial, estos escritos nos muestran a un Oscar Wilde desconocido, que no figura, ni siquiera como espectro, en sus grandes obras literarias. Preocupado de asuntos espectaculares, como la existencia de aquel admirable envenenador llamado Thomas Wainewright, y de otros más cotidianos, como la decoración del hogar, la filosofía del vestir, las peculiaridades de los habitantes de Estados Unidos y las vicisitudes de las modelos y los modelos en Londres, Wilde se revela aquí como un férreo defensor del buen gusto, sin privarse, claro que no, de lanzar dardos emponzoñados en contra de los falsarios, los académicos y todos quienes, siguiendo una u otra moda, acabaron construyendo horrores, ya fuera en el arte o en la vida misma.

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