-
Finnegans Wake: una lectura anotada de cuatro capítulos
484 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
En Finnegans Wake asistimos al desdoblamiento del lenguaje en general: no de una sola lengua nativa, sino de los varios idiomas a los que Joyce tenía acceso, desde dialectos sudamericanos hasta léxicos alusivos al Extremo Oriente, en un discurso polisémico que fluye principalmente en voces del Atlántico, el Mediterráneo y el Mar del Norte. Al apropiarse de la palabra, se adueña del mundo y de su historia, en una recreación de la literatura universal que pasa a través de sus fuentes más obvias: la Biblia, Shakespeare, Blake, Yeats, Wilde, Sterne, Swift, Twain; las teorías de Giambattista Vico, Giordano Bruno y otros pensadores; estudios sobre las religiones del mundo, anales, mitologías, óperas, tonadas infantiles, canciones antiguas y un extenso etcétera que pretende no dejar fuera ningún referente cultural del devenir humano, según el punto de vista de este europeo de entreguerras.
S/ 75.00 -
Pelo revuelto
Traducción: Rubén Silva
204 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 20 cm.En 1901 una muchacha enamorada publica Pelo revuelto. Los versos de este, su primer libro, transforman el tanka —una milenaria forma poética japonesa— para que hablen no solo del amor sino también de la sexualidad, la glorificación del cuerpo y la libertad femenina. Esta selección, la más amplia en castellano, ofrece en verso y en versión bilingüe 144 poemas de los 399 de la edición original.
S/ 49.00Pelo revuelto
S/ 49.00 -
Thomas Wainewright, envenenador y otros textos fulminantes
116 páginas | Tapa blanda | Formato: 10 x 20 cm.
Año de publicación: 2014Aunque varios de los textos que componen este librito de apariencia breve no habían sido antes traducidos al castellano, no es ésa la principal gracia que el lector encontrará en ellos. Al decir del traductor y encargado de la selección, Juan Manuel Vial, estos escritos nos muestran a un Oscar Wilde desconocido, que no figura, ni siquiera como espectro, en sus grandes obras literarias. Preocupado de asuntos espectaculares, como la existencia de aquel admirable envenenador llamado Thomas Wainewright, y de otros más cotidianos, como la decoración del hogar, la filosofía del vestir, las peculiaridades de los habitantes de Estados Unidos y las vicisitudes de las modelos y los modelos en Londres, Wilde se revela aquí como un férreo defensor del buen gusto, sin privarse, claro que no, de lanzar dardos emponzoñados en contra de los falsarios, los académicos y todos quienes, siguiendo una u otra moda, acabaron construyendo horrores, ya fuera en el arte o en la vida misma.
S/ 69.00