• Finnegans Wake: una lectura anotada de cuatro capítulos

    Autor/a:James Joyce

    484 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.

     

    En Finnegans Wake asistimos al desdoblamiento del lenguaje en general: no de una sola lengua nativa, sino de los varios idiomas a los que Joyce tenía acceso, desde dialectos sudamericanos hasta léxicos alusivos al Extremo Oriente, en un discurso polisémico que fluye principalmente en voces del Atlántico, el Mediterráneo y el Mar del Norte. Al apropiarse de la palabra, se adueña del mundo y de su historia, en una recreación de la literatura universal que pasa a través de sus fuentes más obvias: la Biblia, Shakespeare, Blake, Yeats, Wilde, Sterne, Swift, Twain; las teorías de Giambattista Vico, Giordano Bruno y otros pensadores; estudios sobre las religiones del mundo, anales, mitologías, óperas, tonadas infantiles, canciones antiguas y un extenso etcétera que pretende no dejar fuera ningún referente cultural del devenir humano, según el punto de vista de este europeo de entreguerras.

  • Thomas Wainewright, envenenador y otros textos fulminantes

    Autor/a:Oscar Wilde

    116 páginas | Tapa blanda | Formato: 10 x 20 cm.
    Año de publicación: 2014

     

    Aunque varios de los textos que componen este librito de apariencia breve no habían sido antes traducidos al castellano, no es ésa la principal gracia que el lector encontrará en ellos. Al decir del traductor y encargado de la selección, Juan Manuel Vial, estos escritos nos muestran a un Oscar Wilde desconocido, que no figura, ni siquiera como espectro, en sus grandes obras literarias. Preocupado de asuntos espectaculares, como la existencia de aquel admirable envenenador llamado Thomas Wainewright, y de otros más cotidianos, como la decoración del hogar, la filosofía del vestir, las peculiaridades de los habitantes de Estados Unidos y las vicisitudes de las modelos y los modelos en Londres, Wilde se revela aquí como un férreo defensor del buen gusto, sin privarse, claro que no, de lanzar dardos emponzoñados en contra de los falsarios, los académicos y todos quienes, siguiendo una u otra moda, acabaron construyendo horrores, ya fuera en el arte o en la vida misma.

  • Un observador persistente. Autobiografía de Charles Darwin

    134 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Entre mayo y agosto de 1876, un entonces anciano Charles Darwin escribió casi todas las tardes, durante una hora, su autobiografía. El naturalista británico comienza a relatar sus vivencias impulsado por la petición de un editor alemán, pero, sobre todo, para entretenerse, esperando, además, que dicho testimonio pudiera interesarle a sus hijos y nietos. Desde las primeras líneas advierte: “He intentado escribir la siguiente narración sobre mí como si yo fuese un difunto, quien desde otro mundo contempla su propia vida. No me ha parecido complicado, pues me queda muy poca vida. Al escribir, no me he esforzado para nada en mi estilo”.

     

    Un observador persistente es un ameno relato autobiográfico en el que Darwin se mueve entre su quehacer científico y su vida personal para entregarnos un sincero testimonio sobre los circuitos de su carácter, su forma de comprender la vida a lo largo de los más significativos momentos de su existencia, narrados con soltura e ironía. Un ejercicio de memoria en el que afloran las contradicciones entre fe y ciencia que lo atormentaron, sus vínculos familiares y sus reflexiones más íntimas sobre diversos temas. Un retrato de sí mismo y de su época que nos permite comprender e inmiscuirnos en la mente de un personaje fundamental en la evolución del pensamiento y su influencia en la sociedad contemporánea.

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