• Peter Pan y Wendy

    194 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    El año 1904 se estrenó por primera vez la obra de teatro de J.M Barrie titulada Peter Pan, o “el niño que no quería crecer”. Cuatro años más tarde la inquietud del público por el destino de Wendy Darling, la protagonista junto con Peter Pan, obligó al autor a incluir un epílogo en la representación. Cuando en 1911 se editó la adaptación a novela, la aventura ya era tanto de él como de ella y la obra merecía, además de su último capítulo, un nuevo título que le hiciera justicia.
     

    Peter Pan y Wendy es la novela original de una obra que recorrió el siglo XX sufriendo transformaciones. Todos conocimos la historia de este niño que volaba y que arrastró a los hijos de la familia Darling a la isla de Nunca Jamás, donde el dominio era de la fantasía y de los piratas liderados por el capitán Garfio. La obra no es infantil, sino para niños, no evita la sangre del combate ni la muerte: le habla a ellos y eso, a más de cien años de su publicación, la hace mágica, inagotable; como el mismo Peter Pan, se niega a crecer.

  • Sociología(s) del arte y de las políticas culturales

    208 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La propuesta que elabora Tomás Peters en este libro busca trazar la transformación de los modelos analíticos de la sociología del arte. El primero es el seguimiento de algunas pistas teóricas que permitirán ubicar el sentido del arte en la modernidad. Mediante Luhmann construye una explicación macrohistórica de la diferenciación del sistema artístico hasta la constitución de un sistema específico en la modernidad, y luego, a la luz de la dialéctica Adorno-Benjamin, se concentra en las contradicciones de la experiencia artística en el mundo moderno. La reflexión continúa a partir de Howard S. Becker y Pierre Bourdieu, para introducirnos en el campo artístico propiamente dicho y en las condiciones actuales del arte en un mundo ultratecnologizado y de postautonomía artística. Sin embargo, el aporte más relevante de este libro es el diálogo que establece entre la sociología del arte y las políticas culturales. La confrontación entre ambas habría constituido un círculo virtuoso del que emergió un trabajo sociológico que piensa la obra de arte «como un dispositivo crítico-cultural que interviene en lo social y que es posible de productivizar desde las políticas culturales contemporáneas», y que termina por sintetizar esta búsqueda de nuevos modos de pensar lo social en cooperación con el obrar crítico del arte.

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