• Susan Sontag. La entrevista completa de Rolling Stone

    142 páginas | Tapa blanda | Formato: 13 x 20 cm.
    Año de publicación: 2014

     

    Ensayista, directora de cine, novelista y activista de numerosas causas políticas, Susan Sontag encarnó durante cuatro décadas la esencia del intelectual público: aquella figura capaz de escribir sobre diversas áreas del saber –estética, filosofía, literatura, psicoanálisis– con el objetivo de ampliar las fronteras de la mirada, sin miedo al escrutinio del poder ni al cuestionamiento de los valores establecidos.
     

    Jonathan Cott, por su parte, conoció a la autora de Contra la interpretación en los agitados años 60, mientras era estudiante del Columbia College. A fines de los 70, cuando ya era editor para Europa de la revista Rolling Stone, entrevistó a Sontag en dos extensas jornadas, primero en París y luego en Nueva York. Este libro reúne por primera vez la conversación completa. Su punto de partida es el célebre ensayo Sobre la fotografía, los cuentos de Yo, etcétera y el volumen La enfermedad y sus metáforas. Lo impresionante, sin embargo, es el punto de llegada: al igual que en sus elogiados ensayos, el diálogo con Susan Sontag fluye de un tema a otro, en un sinuoso discurrir de ideas, para terminar abarcándolo todo: la lectura, el rock, los celos, la guerra, el arte, la sexualidad, la muerte.
     

    El resultado es un texto que plasma la curiosidad que siempre distinguió a la autora, así como su rechazo al conformismo y la voluntad de revisar sus juicios permanentemente. En suma, estás páginas se leen como la autobiografía intelectual de una de las críticas más gravitantes del siglo XX, alguien para quien amar, desear y pensar eran actividades entre las que no existía separación alguna.

  • Thomas Wainewright, envenenador y otros textos fulminantes

    Autor/a:Oscar Wilde

    116 páginas | Tapa blanda | Formato: 10 x 20 cm.
    Año de publicación: 2014

     

    Aunque varios de los textos que componen este librito de apariencia breve no habían sido antes traducidos al castellano, no es ésa la principal gracia que el lector encontrará en ellos. Al decir del traductor y encargado de la selección, Juan Manuel Vial, estos escritos nos muestran a un Oscar Wilde desconocido, que no figura, ni siquiera como espectro, en sus grandes obras literarias. Preocupado de asuntos espectaculares, como la existencia de aquel admirable envenenador llamado Thomas Wainewright, y de otros más cotidianos, como la decoración del hogar, la filosofía del vestir, las peculiaridades de los habitantes de Estados Unidos y las vicisitudes de las modelos y los modelos en Londres, Wilde se revela aquí como un férreo defensor del buen gusto, sin privarse, claro que no, de lanzar dardos emponzoñados en contra de los falsarios, los académicos y todos quienes, siguiendo una u otra moda, acabaron construyendo horrores, ya fuera en el arte o en la vida misma.

  • Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta

    78 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    El siglo XIX se despedía con aires de cambio. Expresiones como «igualdad», «libertad», «sufragio femenino», sonaban en las reuniones y en las calles de las grandes ciudades. Pronto, la bicicleta se integró en la revolución feminista y a las campañas de las sufragistas. «Pedalear por el sufragio», se convirtió en una proclama clave que se extendió como la pólvora. Así, el ciclismo pasó de ser una actividad recreativa, a tomar un significado reivindicativo contra las ataduras de la época victoriana. Sinónimo de liberación y de igualdad.
     
    Publicado por primera vez en 1895, Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta se transformó en todo un clásico. Un fascinante testimonio de la expansión de la bicicleta en el cambio de siglo, y de la libertad que este medio de trasporte ofrecía a las mujeres de entonces. Es también la crónica de una mujer singular: activista por reformas sociales contra el alcoholismo y el sufragio femenino –que afirmaba que las mujeres “deberían poder votar, especialmente si el marido estaba ebrio”–, que aprendió a andar en bicicleta a los 53 años de edad, motivando a las mujeres a superar las limitaciones de su época, y a involucrarse con prácticas que desafiaran su impuesto rol en la sociedad de finales del siglo XIX.

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