• Érase dos veces

    Ilustrador: Miguel Ortiz
    50 páginas | Tapa dura | Formato: 22 x 22 cm.
    Edad sugerida: +8 años

     

    Los dibujantes, por regla, leen los cuentos antes de ilustrarlos. En esta ocasión ocurrió al revés: el escritor desafió al dibujante: «Dibuja escenas sorprendentes y ambiguas, que sean complicadas de narrar». José Miguel Vásquez propone dos historias totalmente distintas para cada ilustración e invita a sus lectores a continuar el ejercicio de imaginación de manera inversa a la convencional. Érase dos veces se despliega como un díptico narrativo en el que la imagen es la fuente de varios mundos, sugiriendo un proceso creativo que nos abre el imaginario a sus múltiples posibilidades.

     

    Entre escenario y escenario, el lector descubrirá al gonzorruelo escarlata, el perro Dico, la abuela que levita y las ratas Katz y Platz, entre otros. Lector asiduo de cuentos ilustrados desde la infancia, admirador de los relatos cortos de Juan Rulfo y Augusto Monterroso, de la poesía de Oquendo de Amat e inspirado por la artista plástica Rosario Nuñez de Patrucco, José Miguel Vásquez crea personajes con inteligente ternura, y sus aventuras llenas de humor están concebidas para estimular la imaginación no solo de los niños sino también de los adultos.

  • Es mágico / Llaksachiq

    Autor/a:Canizales

    28 páginas | Boardbook | Formato: 18.5 x 18.5 cm.
    Idioma: español / quechua
    Edad recomendada: 0 años a más

     

    Libro bilingüe en el que descubrimos la magia del amor de madre. Un juguete donde las imágenes desafían nuestra imaginación: aves que se transforman en notas musicales, flores que se convierten en camisetas y otras particularidades que reflejan la magia y el amor que mamá tiene siempre para nosotros.

  • Una sola muerte numerosa

    182 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    Una sola muerte numerosa es una indagación en la memoria del trauma colectivo provocado por la metodología de la desaparición forzada de personas, y es una respuesta única y original al problema de cómo narrar lo indecible. Nora Strejilevich recurre a una forma fragmentaria y poética, como si el texto lo guiase la memoria afectiva, de modo que vincula escenas disímiles que se vinculan por una lógica de asociación poética, añadiendo también a su voz las voces de otros, incluso la de los perpetradores, de modo que se evoca esa época a la manera de un coro que suena y resuena a lo largo del texto.
     
    Si bien se narran el encierro, la tortura, la liberación, el exilio y los constantes retornos de la protagonista-autora, la trama va enhebrando, en un lenguaje lírico, los recuerdos de los días en el centro de detención con los de la infancia junto a su hermano desaparecido y los efectos a largo plazo de esta historia que, a pesar de todo, no se priva de momentos de humor. Sin embargo, el eje no es lo autobiográfico. Es, como dice su título, “Una sola muerte, numerosa”; en la unidad están todas y todos. Es el relato coral, fragmentario, de las memorias orales o escritas que por años hemos conocido, que recuerdan y nos recuerdan esas vidas, esos momentos de cada una de esas vidas, que es también nuestra historia. Historia que, con variaciones, se repite en distintos países y en distintos tiempos. Por ello, hacia el final de la saga, la narradora señala que “Nos reescribimos para sobrevivir”.
     
    Publicado originariamente en Estados Unidos en 1996, recibió el Premio Nacional Letras de Oro a la mejor novela latina. Galardón merecido ante lo narrado. Posteriormente publicado en Argentina en 2006.

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