• Érase dos veces

    Ilustrador: Miguel Ortiz
    50 páginas | Tapa dura | Formato: 22 x 22 cm.
    Edad sugerida: +8 años

     

    Los dibujantes, por regla, leen los cuentos antes de ilustrarlos. En esta ocasión ocurrió al revés: el escritor desafió al dibujante: «Dibuja escenas sorprendentes y ambiguas, que sean complicadas de narrar». José Miguel Vásquez propone dos historias totalmente distintas para cada ilustración e invita a sus lectores a continuar el ejercicio de imaginación de manera inversa a la convencional. Érase dos veces se despliega como un díptico narrativo en el que la imagen es la fuente de varios mundos, sugiriendo un proceso creativo que nos abre el imaginario a sus múltiples posibilidades.

     

    Entre escenario y escenario, el lector descubrirá al gonzorruelo escarlata, el perro Dico, la abuela que levita y las ratas Katz y Platz, entre otros. Lector asiduo de cuentos ilustrados desde la infancia, admirador de los relatos cortos de Juan Rulfo y Augusto Monterroso, de la poesía de Oquendo de Amat e inspirado por la artista plástica Rosario Nuñez de Patrucco, José Miguel Vásquez crea personajes con inteligente ternura, y sus aventuras llenas de humor están concebidas para estimular la imaginación no solo de los niños sino también de los adultos.

  • Justicia lingüística

    Traductor (del alemán): Niklas Bornhauser
    316 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    A lo largo de estos escritos publicados póstumamente, Werner Hamacher examina las problemáticas ontoteológicas que subyacen en la justicia, la ley, el derecho y el juicio, para ahondar en su comportamiento anárquico y atélico, que está en la base de las De Platón, Aristóteles, pasando por Kant, Milton, Locke, Mendelssohn, organizaciones jurídicas occidentales. Hamann, Marx, Arendt, e incluso acotando registros más bien ajenos al canon como Legendre y Celan, el punto de partida de estas reflexiones es el axioma «Justicia es lengua». Esto quiere decir: si la lengua es en la medida de que remite a otro distinto de aquella, como puro remitir se aleja de determinaciones ontológicas, pero, al mismo tiempo, la lengua es condición de posibilidad del otro al que remite. La justicia, así entendida, sería previa al ser y más allá del ser, e incluso un fuera del ser que en último término lo guarda en tanto mismidad. Bajo las implicaciones de esta afirmación, Justicia lingüística es una de las contribuciones más relevantes para pensar que lo que se juega en las proscripciones y prescripciones de la vida normada es lo affundamental.

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