• En contra de la música. Herramientas para pensar, comprender y vivir las músicas.

    256 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2023 (3ra edición)

     

    La música es parte importante de nuestras vidas y aun los que no se dedican profesionalmente a ella y aseguran no saber nada del tema tienen fuertes opiniones, ideas y fundamentos acerca de las que les gustan y prefieren, pero también de las que detestan. Sin embargo, incluso muchos músicos y cultos melómanos suelen pensar y entender el arte sonoro con términos y conceptos más propios de un romanticismo decimonónico que de nuestro siglo xxi. Con ejemplos actuales e históricos de los más diversos tipos –desde el rock, el pop y la música clásica europea, hasta las tradicionales de Asia y África o los folklores y músicas populares urbanas, rurales e indígenas de América y Europa– este libro se dedica a desbaratar mitos y lugares comunes que son moneda corriente no solo en el campo de la música sino en nuestra sociedad. Aunque para algunos la musicología y la etnomusicología sean disciplinas puramente académicas y de escaso interés fuera del ámbito científico o universitario, estas ciencias tienen mucho para decirnos y para contribuir a la comprensión y al disfrute de la música. Y no hablamos de datos, fechas, biografías y anécdotas de compositores célebres o intrincados análisis de partituras. Hablamos de ideas y conceptos para entender cómo la música es mucho más que sonido y no se la puede ignorar para pensar la política, la economía y la sociedad del mundo actual. Hablamos de herramientas para renovar nuestra forma de pensar, comprender y vivir las músicas.
     

    En esta nueva edición se agregan tres capítulos sobre: La música como violencia, La música como maldición y La música y su estudio como compromiso social.

  • La biografía social de las músicas. La tradición vista por un etnomusicólogo aguafiestas

    272 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2025

     

    Una obra musical no es una entidad estática, sino que cambia con el tiempo. El momento histórico, el lugar o la manera en que alguien la interprete y otro la escuche la transforman constantemente. Más allá de la intención original del compositor, las canciones van adquiriendo diferentes significados según los contextos en las cuales suenan o son consumidas, construyendo sus propias biografías sociales o personales. De la misma manera, las tradiciones tampoco son atributos culturales fijos, naturales o predestinados desde el comienzo de los tiempos porque, como las sociedades, se crean y recrean de manera constante a través de las acciones de los sujetos que las conforman.
     

    En este libro, Julio Mendívil propone varios ejemplos de diversas canciones y géneros musicales que fueron construyendo diferentes biografías a lo largo de la historia. Cómo un género musical popular como el huayno pasó de ser un símbolo de atraso y vergüenza a representar un pasado glorioso; la invención de un origen prehispánico para el yaraví; una relectura del lugar de la música en el mundo andino a través de la obra literaria del gran escritor peruano José María Arguedas y tres ejemplos de cómo la música folklórica tomó protagonismo en conflictos sociales, políticos y económicos de la historia reciente. Ejemplos localizados, pero que cada lector podrá aplicar a muchos otros casos cercanos para convertirse también en aguafiestas de los guardianes de la tradición y desbaratar mitos, lugares comunes y supuestas esencias primordiales que no permiten valorar la diversidad cultural y musical.

  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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