• Caudillos y plebeyos. La construcción social del estado en América del Sur (Argentina, Perú, Chile) 1830-1860

    Autor/a:Julio Pinto

    410 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 16 x 21 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La independencia de las antiguas colonias españolas obligó a los grupos dirigentes latinoamericanos a construir nuevos estados y a legitimarlos ante el resto de la población. En este proceso, y contrariamente a lo que por mucho tiempo se pensó, los sectores populares no estuvieron ausentes. Ya sea porque eran necesarios para combatir en las guerras, porque un orden político nuevo requería de su aceptación o, simplemente, porque los nuevos países no podían funcionar sin ellos, su presencia resultó indispensable para las tareas refundacionales que se debían emprender. Esas dinámicas de interacción política y social, que este libro denomina la “construcción social del estado”, son exploradas en tres casos paralelos: Argentina, Perú y Chile.

  • Pelo revuelto

    Autor/a:Akiko Yosano

    Traducción: Rubén Silva
    204 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 20 cm.

     

    En 1901 una muchacha enamorada publica Pelo revuelto. Los versos de este, su primer libro, transforman el tanka —una milenaria forma poética japonesa— para que hablen no solo del amor sino también de la sexualidad, la glorificación del cuerpo y la libertad femenina. Esta selección, la más amplia en castellano, ofrece en verso y en versión bilingüe 144 poemas de los 399 de la edición original.

    Pelo revuelto

    Autor/a:Akiko Yosano
    S/ 49.00
  • Thomas Wainewright, envenenador y otros textos fulminantes

    Autor/a:Oscar Wilde

    116 páginas | Tapa blanda | Formato: 10 x 20 cm.
    Año de publicación: 2014

     

    Aunque varios de los textos que componen este librito de apariencia breve no habían sido antes traducidos al castellano, no es ésa la principal gracia que el lector encontrará en ellos. Al decir del traductor y encargado de la selección, Juan Manuel Vial, estos escritos nos muestran a un Oscar Wilde desconocido, que no figura, ni siquiera como espectro, en sus grandes obras literarias. Preocupado de asuntos espectaculares, como la existencia de aquel admirable envenenador llamado Thomas Wainewright, y de otros más cotidianos, como la decoración del hogar, la filosofía del vestir, las peculiaridades de los habitantes de Estados Unidos y las vicisitudes de las modelos y los modelos en Londres, Wilde se revela aquí como un férreo defensor del buen gusto, sin privarse, claro que no, de lanzar dardos emponzoñados en contra de los falsarios, los académicos y todos quienes, siguiendo una u otra moda, acabaron construyendo horrores, ya fuera en el arte o en la vida misma.

Menú principal