• A descolonizar las metodologías. Investigación y pueblos indígenas

    Traductora: Kathryn Lehman
    308 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21.5 cm.

     

    Desde su primera publicación en inglés, en 1999, A descolonizar las metodologías (Decolonizing methodologies) se transformó en una obra fundamental para la práctica política y autoeducativa de los pueblos indígenas y de diversas comunidades que luchan por la autodeterminación y contra el colonialismo en el mundo entero. La reciente maduración de un movimiento indígena global transformó a este libro en una herramienta de cambio, no sólo para el pueblo maori, al que pertenece su autora, sino también para pueblos y comunidades en Australia, Estados Unidos y Canadá, entre otros países del área angloparlante. Así, ya desde algunos años se había sentido la necesidad de una versión en castellano que permitiera la difusión de la obra entre los pueblos originarios, los grupos culturales, los educadores, investigadores y estudiantes de América Latina.

  • Das Stunden Buch / El libro de las horas

    246 páginas | Tapa blanda | Formato: 12.5 x 19.5 cm.
    Edición bilingüe: español / alemán
    Traductor: Renato Sandoval Bacigalupo
    Año de publicación: 2019

     

    En 1897, el joven poeta Rainer Maria Rilke conoció a la escritora Lou Andreas-Salomé, una mujer casada y catorce años mayor que él. Entre ambos surgió una atracción que derivó en romance, en convivencia y, finalmente, en distanciamiento amistoso, ya que se mantuvieron en contacto hasta la temprana muerte del poeta. Durante los primeros años de esa relación, Rilke escribió los poemas que conformarían El libro de horas, una de sus mayores obras.

    Dividido en tres libros —El libro de la vida monástica, El libro de la peregrinación y El libro de la pobreza y de la muerte—, El libro de horas es el resultado de un intenso proceso de maduración vital e intelectual del autor y relata, de modo simbólico, las etapas de su idilio con Andreas-Salomé. Todo el libro es, asimismo, una conversación con un «Dios» que es Lou, pero no sólo Lou, sino también un destinatario inmanente que hace posible el surgimiento de la propia necesidad de la escritura, la misma soledad que empujó a Rilke a escribir y que lo acompañaría de por vida.

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