• Baldomero Pestana. Retratos peruanos

    138 páginas | Tapa dura | Formato: 24.5 x 31 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    Grandes figuras de la literatura peruana del siglo XX como José María Arguedas, Ciro Alegría, Martín Adán, Julio Ramón Ribeyro y Sebastián Salazar Bondy, fueron fotografiados en los años 60 en Lima por Baldomero Pestana. Imágenes que no solo son un documento histórico valioso sino obras de arte, retratos dignos de museos.

     

    El libro reúne a 65 de esos importantes personajes en un centenar de fotos que forman una auténtica galería nacional de nuestra cultura. El libro cuenta con un prólogo de Mario Vargas Llosa, uno de los personajes fotografiados en los años 60.

  • Este es mi cuerpo

    212 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2018 (reimpresión 2024)

     

    Escritos durante su adolescencia, entre los doce y los diecinueve años, estos poemas representan la temprana exaltación de un poeta que construyó una obra peculiar y precoz. Desde su aparición en 1996, este ha sido un libro de culto; y Lizardo Cruzado, el inventor del «realismo chistoso», una rara avis.
     

    Marginal y alejado de los circuitos literarios, el poeta trujillano trasparenta con ironía la contenida tormenta de su juventud, ridiculizando sus altibajos sentimentales y las pequeñas miserias cotidianas en este, su único libro. Pícaro, grotesco por momentos y siempre delirante, “Este es mi cuerpo” nos recuerda con su humor y cínica mirada la tragicomedia vital de nuestros primeros años.

  • Un rumor entre los árboles. Poemas sobre naturaleza y pájaros

    92 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1840, Emily Dickinson ingresó a la prestigiosa Academia de Amherst, sólo dos años después de que se aceptaran a mujeres. Allí, durante siete años estudió literatura, historia, religión, geografía, matemáticas, biología, griego y latín, y aprendió floricultura, horticultura y jardinería. En una clase de botánica, Emily quedó tan fascinada que empezó a elaborar su propio herbario, en el que acumuló cientos de plantas y flores prensadas, acompañadas de sus respectivos nombres en latín. Así nacerán los poemas contenidos en este volumen, en los que Dickinson se vincula, en su praxis cotidiana de la palabra, no sólo con una amplia variedad de especies vegetales, sino también con los pájaros, pues una importante fracción de su poesía, de una modernidad alejada de sus contemporáneos, está dedicada a la reflexión y contemplación de su entorno natural. «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía», dirá Dickinson, afirmación que, sin duda alguna, define la experiencia que es su poesía. Estas páginas son destellos sutiles de una amante de la naturaleza, en comunicación con la tierra como alimento diario, su palabra llega hasta nosotros como flechas lanzadas hacia nuestro presente y futuro.

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