• El talón de Hierro

    Autor/a:Jack London

    315 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    El manuscrito Everhard contiene la historia de un socialista revolucionario quien, como político y líder de masas obreras, busca la génesis de una gran revuelta para lograr la igualdad y detener el avance de una oligarquía avasalladora, llamada por él el Talón de Hierro. El texto, encontrado y examinado con debidas notas al pie por una sociedad del futuro donde estos abusos ya no ocurren, retrata el momento en que los trabajadores despiertan y la aristocracia los golpea para reprimir sus luchas por los derechos sociales, llevando el capitalismo a un extremo autodestructivo.
     

    Si bien esta novela publicada en 1908 fue considerada una distopía en los Estados Unidos, sus alcances proféticos incitaron a futuros editores a utilizar portadas con la imagen de Salvador Allende. Además ejerció una fuerte influencia en otras obras sobre gobiernos totalitarios, la más famosa de ellas 1984 de George Orwell.

  • Este es mi cuerpo

    212 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2018 (reimpresión 2024)

     

    Escritos durante su adolescencia, entre los doce y los diecinueve años, estos poemas representan la temprana exaltación de un poeta que construyó una obra peculiar y precoz. Desde su aparición en 1996, este ha sido un libro de culto; y Lizardo Cruzado, el inventor del «realismo chistoso», una rara avis.
     

    Marginal y alejado de los circuitos literarios, el poeta trujillano trasparenta con ironía la contenida tormenta de su juventud, ridiculizando sus altibajos sentimentales y las pequeñas miserias cotidianas en este, su único libro. Pícaro, grotesco por momentos y siempre delirante, “Este es mi cuerpo” nos recuerda con su humor y cínica mirada la tragicomedia vital de nuestros primeros años.

  • Poemas y antipoemas

    108 páginas | Tapa blanda | Formato: 18 x 26 cm.
    Año de publicación: 2014 (reimpresión: 2024)

     

    “Los demás poetas nacían mayores de edad, del vientre materno ya salían mayores de edad, lo sabían todo, eran marxistas, leninistas, estalinistas, hochiministas, castristas, pinochetistas. En cambio este personaje antipoeta es un alma en pena, anda buscando alguna manera plausible de hablar. Además, simultáneamente yo estuve durante cuatro años con la voz perdida, no podía hablar. Podía decir palabras aisladas; árbol, árabe, sombra, tinta china. Pero juntar las cosas no podía. Por ejemplo: podía yo decir ‘qué’, ‘hora’, ‘es’, pero ‘¿qué hora es?’ no me podía salir. No podía hablar, no era una simple especulación. Y a medida que Poemas y antipoemas fue siendo aceptado por la crítica y por los lectores empecé a recuperar la capacidad de hablar; porque claro, cuando los lectores aceptaron el libro yo dije se puede hablar de esta manera, tengo derecho a hablar entonces. Parece que todo ha consistido en la búsqueda no de un lenguaje poético, sino de una manera de hablar, para conversar y para comunicarse con los interlocutores”.

    Nicanor Parra

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