• Este es mi cuerpo

    212 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2018 (reimpresión 2024)

     

    Escritos durante su adolescencia, entre los doce y los diecinueve años, estos poemas representan la temprana exaltación de un poeta que construyó una obra peculiar y precoz. Desde su aparición en 1996, este ha sido un libro de culto; y Lizardo Cruzado, el inventor del «realismo chistoso», una rara avis.
     

    Marginal y alejado de los circuitos literarios, el poeta trujillano trasparenta con ironía la contenida tormenta de su juventud, ridiculizando sus altibajos sentimentales y las pequeñas miserias cotidianas en este, su único libro. Pícaro, grotesco por momentos y siempre delirante, “Este es mi cuerpo” nos recuerda con su humor y cínica mirada la tragicomedia vital de nuestros primeros años.

  • Orientación vocacional

    91 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    Orientación vocacional es la historia de cómo aquello que vivimos de niños nos transforma en lo que hoy somos y nos mira desde el espejo. Es también un libro que nunca se cierra, pues propicia el encuentro del lector con sus propias historias de colegio y el recuerdo de esas primeras amistades que se han vuelto indelebles. «Si el niño de la foto supiera que el salvaje que le roba la lonchera, o que el amigo que le contó la historia de cómo cachan las arañas, o que la chica que le enseñó a bailar el rock se convertirán un día en historias impresas en un libro, se paltearía», afirma Pierre Castro en la solapa del volumen. «Solo cuando este niño sea un adulto descubrirá que nunca olvidó a esos chicos», concluye.

  • Poemas y antipoemas

    108 páginas | Tapa blanda | Formato: 18 x 26 cm.
    Año de publicación: 2014 (reimpresión: 2024)

     

    “Los demás poetas nacían mayores de edad, del vientre materno ya salían mayores de edad, lo sabían todo, eran marxistas, leninistas, estalinistas, hochiministas, castristas, pinochetistas. En cambio este personaje antipoeta es un alma en pena, anda buscando alguna manera plausible de hablar. Además, simultáneamente yo estuve durante cuatro años con la voz perdida, no podía hablar. Podía decir palabras aisladas; árbol, árabe, sombra, tinta china. Pero juntar las cosas no podía. Por ejemplo: podía yo decir ‘qué’, ‘hora’, ‘es’, pero ‘¿qué hora es?’ no me podía salir. No podía hablar, no era una simple especulación. Y a medida que Poemas y antipoemas fue siendo aceptado por la crítica y por los lectores empecé a recuperar la capacidad de hablar; porque claro, cuando los lectores aceptaron el libro yo dije se puede hablar de esta manera, tengo derecho a hablar entonces. Parece que todo ha consistido en la búsqueda no de un lenguaje poético, sino de una manera de hablar, para conversar y para comunicarse con los interlocutores”.

    Nicanor Parra

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