• Das Stunden Buch / El libro de las horas

    246 páginas | Tapa blanda | Formato: 12.5 x 19.5 cm.
    Edición bilingüe: español / alemán
    Traductor: Renato Sandoval Bacigalupo
    Año de publicación: 2019

     

    En 1897, el joven poeta Rainer Maria Rilke conoció a la escritora Lou Andreas-Salomé, una mujer casada y catorce años mayor que él. Entre ambos surgió una atracción que derivó en romance, en convivencia y, finalmente, en distanciamiento amistoso, ya que se mantuvieron en contacto hasta la temprana muerte del poeta. Durante los primeros años de esa relación, Rilke escribió los poemas que conformarían El libro de horas, una de sus mayores obras.

    Dividido en tres libros —El libro de la vida monástica, El libro de la peregrinación y El libro de la pobreza y de la muerte—, El libro de horas es el resultado de un intenso proceso de maduración vital e intelectual del autor y relata, de modo simbólico, las etapas de su idilio con Andreas-Salomé. Todo el libro es, asimismo, una conversación con un «Dios» que es Lou, pero no sólo Lou, sino también un destinatario inmanente que hace posible el surgimiento de la propia necesidad de la escritura, la misma soledad que empujó a Rilke a escribir y que lo acompañaría de por vida.

  • Erotismo y pornografía

    110 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    Inmensa es la brecha que separa la «o» de la «y», la conjunción disyuntiva de la bien nombrada copulativa. «Erotismo o pornografía» evoca una oposición e incluso una batalla; obliga a tomar partido. Y, de hecho, el esfuerzo por distinguir entre los dos –en general para valorar a un término, casi siempre el primero– ha hecho correr ríos de tinta, producido extrañas alianzas y generados debates interminables, sin que se lograse trazar una frontera nítida. En cambio, la fórmula que hemos elegido para este libro, «Erotismo y pornografía», abre un espacio de exploración, no de conflicto. Un espacio de puro goce.
     
    Los colaboradores reunidos en este libro no persiguen ningún consenso ni intentan tapar sus propias contradicciones y ambivalencias. No buscan respuestas definitivas; apenas hacen preguntas. Están en el espacio del juego libre, que es el espacio propio del ensayo –y del erotismo. Con lirismo o humor, hablan de sí, de los otros, hablan de los cuerpos, las imágenes, los deseos, los terrores, las fantasías y, antes que nada, de las palabras. Muy llamativa es la variedad formal de los textos, que abarcan la reflexión académica, la autobiografía, la ficción, la meditación literaria, la poesía y hasta un diccionario bastante poco habitual. No dicen «o»: dicen «y». La voz que susurra, la mano que roza el teclado, el papel, la piel: la escritura es un acto vivificante, un acto erótico. La lectura también.

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