• Ceremonia comentada: otros textos pertinentes. 57 años de crítica a la obra visual de Jorge Eduardo Eielson

    350 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.

     

    Con más de 300 páginas Ceremonia comentada reúne ensayos dedicados a la obra visual de Eielson escritos por personalidades extranjeras (Pierre Restany, Octavio Paz, Álvaro Mutis, Giuseppe Capogrossi, William P. Keeth, etc.) y por destacados intelectuales y críticos peruanos (Sebastian Salázar Bondy, Juan Acha, Gustavo Valcarcel, Javier Sologuren, Roberto Miro Quesada, Francisco Tola, entre otros). Presenta cronológicamente las lecturas críticas que se produjeron de manera paralela a la práctica y autorreflexión del artista. Recopila ensayos y noticias unitarias diversas tomadas de libros, catálogos, revistas, y otras publicaciones periódicas.
     
    Escribe en el prólogo el editor, Luis Rebaza Soraluz: La selección de textos críticos que ahora se presenta está formada por un total de setenta y tres piezas de diversa extensión. Se abre con las únicas reseñas que se conocen de la primera exhibición de Eielson, en 1948, y se cierra con el texto introductorio del catálogo de su última exhibición en vida, presentada en Sevilla en 2005. Cada ensayo lleva como mínimo una nota a pie de página del editor.

  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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