• Filosofía y crítica en América Latina. De Mariátegui a Sloterdijk

    404 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro explora las complejas relaciones entre los campos de la filosofía y de la crítica, enfocando aspectos metodológicos, ideológicos y culturales en los que la reflexión canónica europea conecta, en muchos casos conflictivamente, con el pensamiento latinoamericano. Filosofía y crítica analiza aspectos de la obra de influyentes pensadores modernos (Benjamin, Foucault, Bourdieu, Sloterdijk) vis a vis las propuestas de autores representativos de la filosofía latinoamericana (Mariátegui, Dussel, Bartra, Echeverría), intentando descubrir convergencias y desafíos entre ambas vertientes. Asimismo, este volumen se detiene en temas cruciales de nuestro tiempo: la crisis del humanismo, las estrategias de la biopolítica, los problemas de la escasez, la violencia, la crítica de la modernidad, el mundo de los afectos y los desafíos de la globalización. El marcado perfil del pensamiento latinoamericano va imprimiendo, así, su marca en debates actuales, revelando la fuerza pujante de corrientes intelectuales que resisten la dominación epistémica en busca de formas renovadas de
    emancipación colectiva.

  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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