• Canten putos. Historia incompleta de los cantitos de cancha

    104 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    El procedimiento es simple y conocido: la hinchada de un equipo de fútbol toma una canción popular, le cambia la letra y la canta a coro en la cancha para transmitir un mensaje. En la Argentina, sin embargo, las transformaciones pueden ser complejas y maravillosas. La balada de una cantante mexicana se convierte en un cantito que amenaza con quemar el barrio porteño de Floresta. Una oda inspirada en las montañas de Aspen se usa para separar a los “vigilantes” de los que “tienen aguante”. Una obra compuesta por un canadiense para un musical hippie termina siendo el cantito más conocido de la selección uruguaya. Una docena de canciones brasileñas sirven como base melódica para cantitos de pasión, violencia y odio. Las marchas de los partidos políticos se adaptan a cantitos de cancha. Los cantitos de cancha se cantan en las marchas políticas. Canciones de Erasure, Village People o Víctor Heredia pueden derivar en cantitos homofóbicos. La cumbia La pollera amarilla puede servir para un mensaje de xenofobia extrema. Ya desde el título, este libro propone mostrar y pensar este fenómeno cultural, con todos sus vicios y virtudes, a flor de piel. En estas crónicas, el autor rastrea la historia de los cantitos de cancha. En su rol de detective, Soriano intenta unir el puente entre los autores de las canciones originales y sus adaptaciones. Pero cuanto más busca, más dudas y misterios encuentra.   

  • No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

  • Ya viene la fuerza. Los Prisioneros 1980-1986

    396 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En agosto de 1982, un grupo de alumnos de Cuarto Medio del Liceo 6 de San Miguel debutó en los escenarios con un puñado de canciones propias y sorprendió a todos los presentes. Incluso antes que Jorge, Claudio y Miguel dieran vida a Los Prisioneros, se las arreglaron para llamar la atención de su entorno y, tras esa primera presentación, no hubo vuelta atrás. Ya viene la fuerza es la investigación más exhaustiva sobre los inicios del trío. Basada en más de ciento sesenta entrevistas a testigos directos de su evolución, grabaciones inéditas y documentos desconocidos, esta obra ofrece nueva información e imágenes nunca antes vistas de la trayectoria del grupo. Y son los mismos Prisioneros quienes completan la historia con su testimonio, recogido en extenso en las páginas de este libro.
     

    Como toda formación que marca época, González, Narea y Tapia necesitaron un álbum para masificar su música y discurso en el Chile de Pinochet. Este fue La voz de los 80. Rastrear en los antecedentes, detalles de producción y efectos del disco, como también de su sucesor, Pateando piedras —vale decir, entre los años 1980-1986—, nos permite un acercamiento pormenorizado a uno de los fenómenos musicales de mayor relevancia ocurridos en Latinoamérica.
     

    Esta crónica ingresa en los hogares de infancia del conjunto, en las habitaciones donde crearon sus primeras canciones —bajo el nombre Pseudopillos en el principio y como Los Vinchukas después—, en la sala del liceo en que presentaron una ópera rock, en los escenarios mal amplificados en que impactaron con su actitud pese a las limitaciones, en sus laboriosas jornadas de grabación y en los conciertos que dieron de norte a sur donde dejaron una huella imborrable en quienes estuvieron ahí. A cuarenta años del lanzamiento de La voz de los 80, este relato es esencial para comprender el origen de Los Prisioneros como también lo que vendría después.

    S/ 89.00S/ 99.00

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