• El despertar

    Autor/a:Kate Chopin

    180 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm. | Año: 2023

     

    Kate Chopin publicó El despertar (1899) con la convicción de que sería su obra mayor. Sin embargo, la moralizante crítica literaria de la época fue lapidaria. Se conoció peyorativamente como “la Madame Bovary criolla”. Tal animadversión hizo que su editor cancelara la siguiente publicación de la autora, infortunio al que le siguió una serie de pérdidas de seres queridos. Tres años después, bajo un frágil estado de salud, Chopin redactó su testimonio. Murió en 1904 producto de un derrame cerebral.
     
    Tuvieron que pasar seis décadas para que, gracias al auge de los movimientos feministas y de derechos civiles, esta pionera y sofisticada novela volviera a circular. El contexto favoreció a su relectura y cuestionamiento del canon, posicionándola como una pieza clave de la literatura moderna y obra ineludible de la nueva mujer estadounidense. La audacia con que tensiona temas como el matrimonio, la maternidad, el suicidio o la sexualidad, posiblemente fueron las causas de su silenciamiento, así como también de su actual y siempre renovada vigencia.

    El despertar

    Autor/a:Kate Chopin
    S/ 59.00
  • Jamaica no existe. En busca del poder del reggae

    176 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2025

     

    Todo es una gran confusión. Existe un mito jamaiquino mucho más grande y pesado que el país real que ocupa la isla caribeña antiguamente conocida como Xaymaca. Y ese malentendido se lo debemos a la insólita proyección internacional del reggae, que desde los años sesenta consolidó cierta idea fantástica de Jamaica, como una tierra mística, una aldea poblada por irreductibles rastas impulsados por su conocida poción mágica. La influencia del reggae y su imaginario es incalculable: no sólo se escucha música jamaiquina y a su máxima voz, Bob Marley, en todo el planeta, sino que se podría afirmar que el pop global contemporáneo no sería el mismo sin los ecos de esa humilde y rústica, pero imparable, industria discográfica isleña. Desde el rap hasta las raves, y más obviamente el reggaetón, pero también la new wave y el post-punk, la matriz del reggae está en el ADN de mucho de lo que hoy tarareamos y, más todavía, de lo que bailamos. En cualquier idioma.
     

    ¿Cómo logró el reggae prender, con tal alcance e intensidad, en lugares, climas y pueblos que no podrían diferir más de la exótica y sufrida Jamaica? ¿Cuál será su secreto? Este libro busca la respuesta en los discos, en los artistas y también en el territorio, a través de la crónica de viaje, el ensayo pop y las entrevistas exclusivas con nombres clave como Derrick Harriott, Max Romeo, Rico Rodriguez, Errol Dunkley, Cedric Myton, Sparrow Martin, Don Letts y Jools Holland.
     

    Como en la sesión de un DJ en un sound system de Trench Town, Jamaica no existe es una sucesión ecléctica de canciones, subgéneros (calipso, ska, rocksteady, dub), personajes, pasajes históricos, postales y sensaciones, en una alucinante línea de tiempo que une las voces cansinas de los cargadores de bananas en el puerto de Kingston, a principios del siglo XX, con los chicos de dreadlocks y remeras de Marley que patean hoy frustraciones por las barriadas populares de cualquier rincón del mundo.

  • La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

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