• No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

  • Todavía somos

    80 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13.5 x 21 cm.

     

    Libro deslumbrante y sorpresivo. Sorprende la intensidad lírica de su prosa, la apretada suerte de los personajes, tan cercano a José María Arguedas y, sin embargo, tan contemporáneo. Niel Palomino se duele y engancha con sus personajes.

    Todavía somos

    S/ 35.00
  • Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

    Traducción: Renato Sandoval Bacigalupo
    Idioma: español / italiano
    113 páginas | Tapa blanda | Formato: 12.5 x 19.5 cm.

     

    Recopilación de poemas del escritor, profesor, traductor y editor piamontés Cesaré Pavese, decisivo en el desarrollo que las letras italianas. Pavese escribió estos versos, publicados póstumamente en 1951, después de romper con la actriz estadounidense Constance Dowling, a quien dedica esta asombrosa poesía.

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