• Casita de pan / Tantamanta Wasicha

    42 páginas | Tapa dura | Formato: 23 x 23 cm.
    Idioma: español / quechua
    Traducción al quechua: Yanira Ccencho

     

    Dos niños, abandonados a su suerte en mitad del bosque, descubren una casita hecha de pan dulce. ¿Qué podría salir mal? Descúbrelo en esta nueva adaptación del cuento de «Hansel y Gretel» de los hermanos Grimm, contado desde el lápiz de Víctor Ynami y en traducción al quechua de Yanira Ccencho.

  • El signo de los tiempos

    164 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    En el hambre de la posguerra un grupo de personas consigue un animal para comer, pero nadie sabe cómo matarlo y qué hacer después. La gente dice que Osaka no tiene muchos árboles, pero Odasaku los ve, siente el viento que corre entre sus ramas. Lo imprevisible de las relaciones humanas, esos ligeros giros que las dibujan. La belleza de cada una de estas situaciones. La belleza inseparable de su otro lado, el triste. Las historias de Oda son de una tristeza tan profunda que no necesita ser dicha. Sus libros fueron prohibidos por el gobierno japonés de la ocupación, de la derrota y el reacomodamiento.
     

    Un Japón tradicionalmente no afecto a los cambios instantáneos sino a los procesos más parecidos a una decantación, ahora ocupado por los americanos triunfantes, su cultura, sus valores urgentes. Oda no tiene un rumbo y así deambula, encontrando, diría Cortázar, sin buscar. Buscando el suyo, Oda nos abre un camino. El del buraiha entregado, el del shin gesaku que no entrega sus banderas. Oda está en los márgenes del Japón de su tiempo, en el borde. Y los bordes son, también, parte de las cosas.

  • Fila para la gloria. Convertirse en Julio Ramón Ribeyro

    Autor/a:Paul Baudry

    363 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14.5 x 22.5 cm.

     

    Con este libro, el autor nos acerca al proceso de construcción de la imagen del cuentista más importante de nuestro país, a partir de su recorrido intelectual, moral y político. Revisa la visión que se tiene de él desde la escuela, que lo sigue leyendo como un artista de izquierdas, desde las coordenadas de un neorrealismo militante, sustentado en el prestigio de sus funciones diplomáticas bajo el gobierno revolucionario de Velasco, pero sin considerar las constantes conservadoras que atraviesan sus textos.

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