• La aventura de la filosofía francesa. A partir de 1960

    Autor/a:Alain Badiou

    190 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Traductora: Irene Agoff
    Año de publicación: 2014

     

    Convencido de que la filosofía escrita en lengua francesa en la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI constituye un momento filosófico comparable con el momento griego clásico y con el del idealismo alemán, Alain Badiou presenta en este libro un conjunto de textos que tratan sobre pensadores que publicaron lo esencial de su obra en francés en dicho periodo. Gilles Deleuze, Paul Ricoeur, Jean Paul Sartre, Louis Althusser, Bárbara Cossin, Jacques Rancière, entre otros, comparten, según Badiou, un programa de pensamiento que puede ser definido como el deseo de abandonar una serie de oposiciones: la oposición entre el concepto y la existencia; entre la filosofía y la vida; entre la filosofía del conocimiento y la filosofía de la acción, y entre la filosofía y la escena política -sin pasar por la distorsión de la filosofía-política-. Pero el programa que define al momento en cuestión es también, según el autor de este libro, el deseo manifiesto de rivalizar tanto con el psicoanálisis como con la literatura. Con el primero “en lo que atañe al pensamiento de un sujeto irreductible a la conciencia y, por lo tanto, a la psicología” y, con la segunda, “creando un nuevo estilo de exposición filosófica”.

  • La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

  • No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

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