• Acequia

    278 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Obra ganadora del Premio Las Yubartas 2024 que es auspiciado por la FIL de Nueva York y que acaba de ser publicado en 10 países por 10 editoriales independientes locales (Pesopluma para el caso de Perú). Acequia es un rompecabezas. Un artefacto literario que entrelaza historias aparentemente dispares en las calles de una ciudad delirante. Una editorial polémica, un filósofo de los espejos, un galgo plateado y una Virgen legendaria son solo algunas de sus piezas. Con humor, pero sin concesiones, Amaury Colmenares compone la biografía colectiva de Cuernavaca, al tiempo que reflexiona sobre la escritura y la búsqueda de sentido en un mundo caótico.

    Acequia

    S/ 55.00
  • En lo profundo de un oído. Una estética de la escucha

    Autor/a:Peter Szendy

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    En lo profundo de un oído es una colección de ensayos que interrogan un hábito sostenido por el pensamiento: desoír sus propios trayectos y ritmos, hacer oídos sordos de la multiplicidad de voces que lo percuten. Leer, pensar y escuchar sería atender a los rincones inesperados de un laberinto que abre muchas preguntas, no solo para la filosofía sino también para la música, el cine o el teatro. Estos textos habitan entonces los espacios intersticiales y contaminados donde se distribuyen la imagen y el sonido, y donde la relación entre los sentidos es el resultado del desfase de toda imagen y de todo sonido. La profundidad de este oído no sería solo la de un pretendido ‘giro auditivo’; sería un intensificar la escucha, una que nunca está segura de sí cuando profundiza y escarba su trayecto.

  • La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

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