• El impulso conservador. El cambio como experiencia de pérdida

    324 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Traductora: Soledad Lagos
    Año de publicación: 2022

     

    ¿De qué manera abordan los seres humanos los cambios radicales? ¿Cómo se perciben, tanto en el ámbito individual como en el socio-político, por ejemplo, la muerte y el duelo, el exilio y la pérdida de la patria, pero también la hiperinflación, las revoluciones o los abruptos cambios socio-económicos que propician el desarrollo?
     

    El Dr. Peter Waldmann describe cómo las situaciones en que se experimentan cambios radicales cuestionan las estructuras tradicionales, y cómo desatan el temor a perderlo todo, teniendo como consecuencia el aferrarse a lo conocido, a lo antiguo. Simultáneamente a esto, también se encuentran ciertos grupos de la población que recibe los cambios con alegría y así alientan la esperanza de un futuro promisorio. Dividendo la sociedad en sectores opuestos.
     

    El autor define entonces al impulso conservador como una categoría extremadamente ambivalente y, a su vez, se constituye como una herramienta útil, tanto para cuestionar o frenar, como asimismo para impulsar e incluso convertirse en uno de los requisitos centrales de la dinámica del desarrollo, según la época, el contexto y la relación entre las fuerzas involucradas.

  • Jamaica no existe. En busca del poder del reggae

    176 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2025

     

    Todo es una gran confusión. Existe un mito jamaiquino mucho más grande y pesado que el país real que ocupa la isla caribeña antiguamente conocida como Xaymaca. Y ese malentendido se lo debemos a la insólita proyección internacional del reggae, que desde los años sesenta consolidó cierta idea fantástica de Jamaica, como una tierra mística, una aldea poblada por irreductibles rastas impulsados por su conocida poción mágica. La influencia del reggae y su imaginario es incalculable: no sólo se escucha música jamaiquina y a su máxima voz, Bob Marley, en todo el planeta, sino que se podría afirmar que el pop global contemporáneo no sería el mismo sin los ecos de esa humilde y rústica, pero imparable, industria discográfica isleña. Desde el rap hasta las raves, y más obviamente el reggaetón, pero también la new wave y el post-punk, la matriz del reggae está en el ADN de mucho de lo que hoy tarareamos y, más todavía, de lo que bailamos. En cualquier idioma.
     

    ¿Cómo logró el reggae prender, con tal alcance e intensidad, en lugares, climas y pueblos que no podrían diferir más de la exótica y sufrida Jamaica? ¿Cuál será su secreto? Este libro busca la respuesta en los discos, en los artistas y también en el territorio, a través de la crónica de viaje, el ensayo pop y las entrevistas exclusivas con nombres clave como Derrick Harriott, Max Romeo, Rico Rodriguez, Errol Dunkley, Cedric Myton, Sparrow Martin, Don Letts y Jools Holland.
     

    Como en la sesión de un DJ en un sound system de Trench Town, Jamaica no existe es una sucesión ecléctica de canciones, subgéneros (calipso, ska, rocksteady, dub), personajes, pasajes históricos, postales y sensaciones, en una alucinante línea de tiempo que une las voces cansinas de los cargadores de bananas en el puerto de Kingston, a principios del siglo XX, con los chicos de dreadlocks y remeras de Marley que patean hoy frustraciones por las barriadas populares de cualquier rincón del mundo.

  • Mi culo es mío. Mujeres que bailan como se les canta

    160 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Si históricamente en los bailes populares censurados las protagonistas eran las caderas, más recientemente el foco de interés se fue desplazando al movimiento y sacudimiento glúteo. Y el trasero, la cola, el culo –las partes bajas del cuerpo en el léxico bajtiniano de lo popular– se fue imponiendo como un signo cultural y político en disputa, atravesado por miradas, debates y experiencias. Modos de bailar de alta densidad erótica como el perreo y el twerking y músicas como la cumbia, el reggaetón, el trap o el electro pop son vistas por muchos como sexistas y degradantes para las mujeres. Sin embargo, en estos años también ganaron visibilidad y aceptación otras miradas impulsadas por artistas que reivindican estas prácticas como formas de reapropiación del goce y la autonomía de los cuerpos. El baile fue tomado por los discursos feministas como un recurso para reivindicar la soberanía sexual, generando un acercamiento novedoso entre las reivindicaciones políticas de género y la exhibición erótica de las mujeres en el ámbito musical.
     

    Este libro propone un recorrido por las músicas panlatinas de origen popular y ascenso masivo y su sincronización con el movimiento Ni Una Menos y las luchas por los derechos de género, desde una perspectiva de crítica cultural feminista. “Mi culo es mío” parafrasea la consigna de los años sesenta Mi cuerpo es mío, que en la lucha contra la violencia machistay por el derecho al aborto legal cobró vigencia nuevamente, resituando discusiones y posiciones del feminismo respecto a la libertad sexual pública expresada en y con la música.

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