• Cómo se escribe un libro de suspenso

    202 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    En este libro, tan inusual como elegante, la maestra de la narrativa policial y de suspenso (mundialmente famosa por su personaje el “talentoso Mr. Ripley”), Patricia Highsmith, despliega lo que podría ser un “manual de escritura creativa” –aunque para ella es “imposible explicar cómo se escribe”– donde analiza los elementos más importantes de la ficción (tanto para este género como para cualquier otro), poniendo su propia obra como referencia para la culminación de proyectos, ya sean cuentos o novelas.
     
    A través de consejos cercanos y prácticos, Highsmith nos lleva, entre otros temas, a cómo desarrollar una historia a partir de su origen o el uso y abuso de la experiencia o cómo pasar del primer borrador al borrador final. Pero, además de ser una “guía paso a paso”, también ilustra con su trabajo: sus inspiraciones, falsos comienzos, sus bloqueos, éxitos, sus múltiples derrotas y la utilidad de estas, señalando que “cada fracaso enseña algo”.
     
    Cualquiera que disfrute leyéndola o que quiera escribir encontrará aquí una suerte de autobiografía y compendio perspicaz del oficio y arte de concluir con éxito un relato.

  • Los niños muertos

    192 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    La exigencia política e histórica de Parra camina en paralelo a su exigencia literaria. La cita con la que se abre el libro está sacada de las “Memorias del subsuelo” de Dostoievski: “Somos criaturas muertas al nacer y hace tiempo que nacemos de padres no vivos”. La historia, los estratos de tierra, los fantasmas, los muertos en vida, los de abajo… Ninguna corrupción es mágica. La pobreza engendra debilidad y una forma de violencia que no se encamina en una dirección transformadora. En Los niños muertos Parra es un escritor sensible, certero y valiente.

  • Un observador persistente. Autobiografía de Charles Darwin

    134 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Entre mayo y agosto de 1876, un entonces anciano Charles Darwin escribió casi todas las tardes, durante una hora, su autobiografía. El naturalista británico comienza a relatar sus vivencias impulsado por la petición de un editor alemán, pero, sobre todo, para entretenerse, esperando, además, que dicho testimonio pudiera interesarle a sus hijos y nietos. Desde las primeras líneas advierte: “He intentado escribir la siguiente narración sobre mí como si yo fuese un difunto, quien desde otro mundo contempla su propia vida. No me ha parecido complicado, pues me queda muy poca vida. Al escribir, no me he esforzado para nada en mi estilo”.

     

    Un observador persistente es un ameno relato autobiográfico en el que Darwin se mueve entre su quehacer científico y su vida personal para entregarnos un sincero testimonio sobre los circuitos de su carácter, su forma de comprender la vida a lo largo de los más significativos momentos de su existencia, narrados con soltura e ironía. Un ejercicio de memoria en el que afloran las contradicciones entre fe y ciencia que lo atormentaron, sus vínculos familiares y sus reflexiones más íntimas sobre diversos temas. Un retrato de sí mismo y de su época que nos permite comprender e inmiscuirnos en la mente de un personaje fundamental en la evolución del pensamiento y su influencia en la sociedad contemporánea.

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