• Antología mínima – Poesía

    380 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    Este libro reúne un puñado de notables poemas de Fernando Pessoa, el autor más universal y múltiple de Portugal, traducidos de la lengua lusa, el inglés y el francés. Dos han sido los principales artífices de esta antología: el colombiano Jerónimo Pizarro, especialista pessoano responsable de la selección y el rescate de los textos; y el poeta y editor Óscar Limache, quien se encargó de traducir a Pessoa al castellano o, más precisamente, al «peruano».
     
    Compuesto por una mezcla de poemas clásicos, hallazgos nunca traducidos a nuestro idioma y nuevas versiones de textos ya publicados, este volumen antológico configura la dosis mínima indispensable para ingresar como lector al intrincado mundo del autor portugués y, a la vez, una suerte de canapé poético capaz de desatar la adicción por el misterioso poeta de los cien rostros.

  • Los niños muertos

    192 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    La exigencia política e histórica de Parra camina en paralelo a su exigencia literaria. La cita con la que se abre el libro está sacada de las “Memorias del subsuelo” de Dostoievski: “Somos criaturas muertas al nacer y hace tiempo que nacemos de padres no vivos”. La historia, los estratos de tierra, los fantasmas, los muertos en vida, los de abajo… Ninguna corrupción es mágica. La pobreza engendra debilidad y una forma de violencia que no se encamina en una dirección transformadora. En Los niños muertos Parra es un escritor sensible, certero y valiente.

  • Poemas y antipoemas

    108 páginas | Tapa blanda | Formato: 18 x 26 cm.
    Año de publicación: 2014 (reimpresión: 2024)

     

    “Los demás poetas nacían mayores de edad, del vientre materno ya salían mayores de edad, lo sabían todo, eran marxistas, leninistas, estalinistas, hochiministas, castristas, pinochetistas. En cambio este personaje antipoeta es un alma en pena, anda buscando alguna manera plausible de hablar. Además, simultáneamente yo estuve durante cuatro años con la voz perdida, no podía hablar. Podía decir palabras aisladas; árbol, árabe, sombra, tinta china. Pero juntar las cosas no podía. Por ejemplo: podía yo decir ‘qué’, ‘hora’, ‘es’, pero ‘¿qué hora es?’ no me podía salir. No podía hablar, no era una simple especulación. Y a medida que Poemas y antipoemas fue siendo aceptado por la crítica y por los lectores empecé a recuperar la capacidad de hablar; porque claro, cuando los lectores aceptaron el libro yo dije se puede hablar de esta manera, tengo derecho a hablar entonces. Parece que todo ha consistido en la búsqueda no de un lenguaje poético, sino de una manera de hablar, para conversar y para comunicarse con los interlocutores”.

    Nicanor Parra

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