• Canciones de una cabra

    212 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2025

     

    Techos de chapa que muerden galletas de arroz, olas plateadas que el tiempo lanza a través del desierto, la luna abriendo una lata oxidada de tabaco y fumando un cigarrillo. Aun después de descubrir a los poetas simbolistas franceses, a quienes Chūya Nakahara admiró y tradujo, su estilo siempre conservó algo del espíritu irreverente y libre del movimiento dadá que lo inició en la poesía.
     
    Frescos y musicales, los poemas de Canciones de una cabra nos invitan a encariñarnos con Chūya Nakahara y a entender por qué es uno de los poetas más celebrados de Japón.

  • Este frágil tiempo presente

    107 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 20.5 cm.

     

    Una nikkei regresa al Perú para esclarecer las circunstancias de la desaparición de su hermano en la selva central a inicio de los noventa; un exintegrante del PCP-Sendero Luminoso que, luego de cumplir una condena de quince años, tiene problemas para adaptarse a la nueva cotidianeidad; y los desencuentros políticos y amorosos de una pareja de jóvenes universitarios son los personajes de estas historias que se rozan o superponen, y donde recordar se convierte en la vía que los llevará a confrontar un oscuro pasado.

  • La ópera japonesa de los tres centavos

    192 páginas | Tapa blanda | Formato: 18 x 19 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Decía Oscar Wilde que era un fastidio formar parte de la sociedad, pero que estar excluido de ella era una tragedia. De lo trágico de los excluidos se vale Rintarō Takeda para contar sus historias. Nos hace oler vísceras humanas, nos arrastra en la decadencia de los marginados. Quedamos, como ellos, perplejos hacia lo inevitable. “Gran infortunio”, el primer cuento, nos estanca en el abandono y la falta de voluntad. En “El Primer Día del Gallo”, hallamos a las acompañantes del Tamura que sirven sake y compiten mientras cargan sobre sus espaldas una realidad que no pueden cambiar. Llegamos luego hasta “Kamagasaki” en donde nos perdemos como los extranjeros sin guía se pierden dentro de sus profundidades. Reaparecemos en un edificio de mala muerte, espiando las habitaciones y las vidas de sus residentes en La ópera japonesa de los tres centavos, que da nombre al libro.
     

    Rintarō parece desafiar con las formas narrativas y sus saltos. Dice, cuenta, narra en tiempos y vistas diferentes. Juega con nosotros, los lectores, que nos entregamos gustosos, y nos envuelve en sus caprichos, pero no juega con sus personajes, vive en ellos.

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