• Beto, el espantapájaros

    42 páginas | Tapa dura | Formato: 23 x 23 cm.
    Ilustrador: Víctor Ynami

     
    Beto es un espantapájaros que fue hecho para un fin, pero él no está dispuesto a tener una vida monótona, porque no le agrada su oficio. Entonces decide ir en contra de su naturaleza, y es ahí, que, gracias a su buena acción, nuestro amable espantapájaros consigue un corazón. En el transcurso de su corta vida hará buenos amigos y apreciará cada momento al lado de ellos, porque sabe que el tiempo vuela y en cualquier instante todo puede acabar.
     
    Comprenderá el valor de la vida y la apreciará a cada segundo, disfrutará todo aquello que pueda sentir a su alrededor, porque sabe que la vida es un hermoso regalo que se debe atesorar hasta el último instante de nuestra existencia.

  • Cuentos (1986-2014)

    590 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 21 cm.

     
    Samuel Cárdich es un escritor que domina el arte de la narrativa con precisión y elegancia. Sus cuentos se basan en un riguroso trabajo de investigación histórica, que le permite recrear escenarios y personajes verosímiles, pero al mismo tiempo dotados de una dimensión simbólica y poética. Sus textos no se limitan a contar una historia, sino que invitan al lector a participar activamente en la construcción del sentido, a través de sugerencias, ambigüedades y finales abiertos. Sus ficciones literarias no son meras reproducciones de la realidad, sino que son reflexiones críticas sobre los problemas sociales, las contradicciones humanas y las incertidumbres existenciales que atraviesan su país y su época.

  • No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

  • Poesía reunida

    365 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 21 cm.

     
    Samuel Cárdich instaura una poesía donde amalgama de manera notable el contenido y la expresión, que en su canto se vuelven una y la misma cosa –vale decir la belleza–, en un despliegue de excelsitud rítmico-musical y de luz pocas veces visto en la poesía peruana última.

  • Un rumor entre los árboles. Poemas sobre naturaleza y pájaros

    92 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1840, Emily Dickinson ingresó a la prestigiosa Academia de Amherst, sólo dos años después de que se aceptaran a mujeres. Allí, durante siete años estudió literatura, historia, religión, geografía, matemáticas, biología, griego y latín, y aprendió floricultura, horticultura y jardinería. En una clase de botánica, Emily quedó tan fascinada que empezó a elaborar su propio herbario, en el que acumuló cientos de plantas y flores prensadas, acompañadas de sus respectivos nombres en latín. Así nacerán los poemas contenidos en este volumen, en los que Dickinson se vincula, en su praxis cotidiana de la palabra, no sólo con una amplia variedad de especies vegetales, sino también con los pájaros, pues una importante fracción de su poesía, de una modernidad alejada de sus contemporáneos, está dedicada a la reflexión y contemplación de su entorno natural. «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía», dirá Dickinson, afirmación que, sin duda alguna, define la experiencia que es su poesía. Estas páginas son destellos sutiles de una amante de la naturaleza, en comunicación con la tierra como alimento diario, su palabra llega hasta nosotros como flechas lanzadas hacia nuestro presente y futuro.

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