• El retrato del tiempo

    105 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    ¿Por qué es importante estudiar los ecosistemas del pasado? ¿Cuáles eran las características de los ambientes y megafaunas desaparecidas hace miles o millones de años? ¿Debiesen los científicos ocuparse de restablecer ambientes y permitir que especies extintas ronden nuevamente el planeta? ¿Es posible lograr algo así? ¿Es éticamente correcto? Indagando estas y otras preguntas, la paleocóloga Natalia Villavicencio profundiza sobre los paisajes extintos —especialmente desde la última edad del hielo hasta milenios más recientes— para acercarnos a las preguntas más inquietantes de nuestra época: ¿Qué información pueden darnos estos retratos del pasado para entender las crisis de los ecosistemas actuales? ¿Qué rol toma la ciencia a la hora de enfrentar la pérdida actual de biodiversidad?

    El retrato del tiempo es un libro entretenido y asombroso destinado a todo público. Un recorrido fascinante que satisface curiosidades científicas y abre preguntas sobre los problemas más atingentes que agitarán las próximas décadas. Reconocido en 2024 como el mejor libro de divulgación científica publicado en Chile.

  • Río Mapacho. Desafíos, propuestas frente al cambio climático

    87 páginas | Tapa blanda | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    El cambio climático demuestra cada día más sus consecuencias en todo el mundo: para el ser humano, la biodiversidad y lo ecosistemas. En la parte alta de la cuenca del Vilcanota-Urubamba, la población no se rinde y lucha con creatividad y rigor contra los efectos negativos, garantizando su sobrevivencia en un entorno de ecosistemas preciosos y condiciones peculiares de bienestar. Un ejemplo a nivel local de adaptación y mitigación al cambio climático.

  • Un rumor entre los árboles. Poemas sobre naturaleza y pájaros

    92 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1840, Emily Dickinson ingresó a la prestigiosa Academia de Amherst, sólo dos años después de que se aceptaran a mujeres. Allí, durante siete años estudió literatura, historia, religión, geografía, matemáticas, biología, griego y latín, y aprendió floricultura, horticultura y jardinería. En una clase de botánica, Emily quedó tan fascinada que empezó a elaborar su propio herbario, en el que acumuló cientos de plantas y flores prensadas, acompañadas de sus respectivos nombres en latín. Así nacerán los poemas contenidos en este volumen, en los que Dickinson se vincula, en su praxis cotidiana de la palabra, no sólo con una amplia variedad de especies vegetales, sino también con los pájaros, pues una importante fracción de su poesía, de una modernidad alejada de sus contemporáneos, está dedicada a la reflexión y contemplación de su entorno natural. «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía», dirá Dickinson, afirmación que, sin duda alguna, define la experiencia que es su poesía. Estas páginas son destellos sutiles de una amante de la naturaleza, en comunicación con la tierra como alimento diario, su palabra llega hasta nosotros como flechas lanzadas hacia nuestro presente y futuro.

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