• 1945: Jorge Eduardo Eielson, vida y canción en Lima

    219 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    En 1945, Jorge Eduardo Eielson se apoderó de la literatura peruana: publicó el fulguroso Reinos, con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía, y se convirtió en un beligerante articulista del diario La Prensa, de Lima. Con apenas una veintena de años encima, y a medio lustro de haber salido del colegio, se había convertido en una figura relevante del circuito literario local. En 1945: Jorge Eduardo Eielson, vida y canción en Lima, Paulo César Peña narra y analiza algunos de los principales episodios de este periplo seguido por el joven Eielson, no solo para descubrir los mecanismos que hicieron posible su rápido ascenso, sino también para hurgar en la tormentosa relación que el poeta mantuvo con su ciudad de origen mientras vivió en ella, antes de irse a Europa —específicamente a París— en 1948. Escapando del registro meramente académico y reuniendo crónica, ensayo y poesía, este libro se trata de un mapa, no de la Lima de Eielson, sino del Eielson que vivió en Lima. Un mapa en el que extraviarse también es un modo de llegar a él.

  • Sociología(s) del arte y de las políticas culturales

    208 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La propuesta que elabora Tomás Peters en este libro busca trazar la transformación de los modelos analíticos de la sociología del arte. El primero es el seguimiento de algunas pistas teóricas que permitirán ubicar el sentido del arte en la modernidad. Mediante Luhmann construye una explicación macrohistórica de la diferenciación del sistema artístico hasta la constitución de un sistema específico en la modernidad, y luego, a la luz de la dialéctica Adorno-Benjamin, se concentra en las contradicciones de la experiencia artística en el mundo moderno. La reflexión continúa a partir de Howard S. Becker y Pierre Bourdieu, para introducirnos en el campo artístico propiamente dicho y en las condiciones actuales del arte en un mundo ultratecnologizado y de postautonomía artística. Sin embargo, el aporte más relevante de este libro es el diálogo que establece entre la sociología del arte y las políticas culturales. La confrontación entre ambas habría constituido un círculo virtuoso del que emergió un trabajo sociológico que piensa la obra de arte «como un dispositivo crítico-cultural que interviene en lo social y que es posible de productivizar desde las políticas culturales contemporáneas», y que termina por sintetizar esta búsqueda de nuevos modos de pensar lo social en cooperación con el obrar crítico del arte.

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