• La habitación de hierro. Breve antología de la prosa china (1902-1944)

    144 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.

     

    Este libro reúne un total de veintidós textos de quince autores que abarcan casi toda la primera mitad del siglo XX chino. La diversidad de los textos incluidos es tal vez el rasgo más notorio de la selección, así como la incorporación de escritos emblemáticos y de gran importancia para el estudio de la cultura y las literaturas chinas modernas. El o la lectora podrá encontrar aquí autobiografías, ensayos autobiográficos, un manifiesto político, ensayos sobre literatura, cartas, ensayos literarios, pequeñas prosas, textos polémicos, prólogos y relatos de viaje. Se intenta así dar una idea de la amplitud de géneros, estilos, recorridos y lenguajes que caracterizan la prosa literaria china de las primeras cinco décadas del siglo XX. Además, recoge temas que atravesaron este medio siglo, como: la revolución de 1911, el surgimiento del movimiento de la nueva cultura, los viajes a Japón y a Rusia, la emergencia del marxismo, la problemática de la mujer, la función del intelectual y de la literatura, el problema del verso y la poesía nueva, los movimientos estudiantiles y la represión política, entre otros.
     

    La obra cubre un período marcado por el surgimiento de géneros y estilos nuevos y, sobre todo, de una lengua literaria nueva. Desde la lengua clásica simplificada de Liang Qichao con el que abre el libro, hasta la lengua moderna del texto de Mao con el que se cierra, se percibe una serie de escalas y estadios intermedios, estilos, momentos y formaciones que reflejan el proceso de cambio y transición de esa lengua.

  • Memorias 1873-1968

    Autor/a:Alice Guy

    Traducción Pablo Fante. Prólogo de Tiziana Panizza
    300 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    En marzo de 1895, una tela blanca se extiende sobre uno de los muros de la Sociedad de Estímulo de la Industria Nacional en París. La sala está a oscuras y el público expectante. En el extremo opuesto de esa pantalla improvisada, alguien manipula un artefacto similar a una linterna mágica. Aparece la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir y la imagen cobra movimiento: las puertas se abren, decenas de obreros salen caminando, riendo, gesticulando. Es la primera proyección del cinematógrafo y, entre el reducido grupo de asistentes, se encuentra Alice Guy, el eslabón perdido de los orígenes del cine. Al año siguiente dirige la primera película de ficción en la historia, y pronto asume desafíos inéditos de producción, puesta en escena y efectos especiales. Fue la primera mujer a la cabeza de un estudio cinematográfico y la única cineasta conocida públicamente hasta 1906. Filmó cerca de mil películas durante veintiséis años de trayectoria en la naciente industria, pero no fue inscrita en la historia del cine. Muchas de sus realizaciones se extraviaron y gran parte de su producción fue atribuida a sus colegas. Estas «Memorias», prologadas por la cineasta Tiziana Panizza, comienzan con un viaje en barco desde Francia hacia Valparaíso, donde Alice Guy creció rodeada de las lecturas que ofrecían las librerías de su padre. Un recorrido en primera persona por los inicios del cine, una lectura imprescindible hasta ahora inédita en nuestro idioma.

    Memorias 1873-1968

    Autor/a:Alice Guy
    S/ 65.00
  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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