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Justicia acústica. Escucha, peformatividad y trabajo de reorientación
322 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
Año de publicación: 2020Es indudable que la escucha es medular en la vida cívica, por cuanto lo que se pone en juego en la acústica son las formas de poder. En atención a las maneras de escuchar, participación de la vida en común para centrarse en cómo lo que compone, Brandon LaBelle examina las dinámicas de la sonoridad es un medio dinámico que fomenta el potencial crítico y creativo de los individuos a la hora de reconfigurar la praxis social: capacidad de respuesta, resistencia, comprensión, disputa y reorientación, son claves en las luchas por el derecho a hablar y ser escuchado. Ahondar en el reconocimiento como forma neurálgica de participación implica ampliar las normas de lo acústico, que tocan directamente las cuestiones de lugar y desplazamiento, fronteras y comunidad, y que terminan por definir las capacidades del escuchar en tanto «ecologías poéticas de resonancia». Así, Justicia acústica indaga entre las prácticas sociales, el arte sonoro, la performatividad y las poéticas de la voz en el marco de la comunidad, con el objetivo de apuntar estrategias de rechazo y reparación, por medio de su agencia sónica.
S/ 95.00 -
No tengo amigos, tengo amores
106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
Año de publicación: 2018Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.
S/ 60.00No tengo amigos, tengo amores
S/ 60.00 -
Por qué escuchamos a Stevie Wonder
96 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
Año de publicación: 2020Del góspel al pop, de la balada al funk, del jazz al soul, Stevie Wonder supo desde muy chico ser fiel a sus orígenes culturales y, al mismo tiempo, lo suficientemente curioso como para asomarse en su música a nuevas expresiones. “El genio de 12 años de edad”, como lo definieron en la célebre discográfica Motown en 1962, desde su primera aparición en un escenario, ciego de nacimiento, logró sortear todos los obstáculos. Casi sesenta años después de aquel debut precoz, nos sigue conmoviendo y animando con sus canciones, su voz y su armónica. En ese derrotero hubo hits y megahits (I Just Called to Say I Love You, Isn’t She Lovely?), obras conceptuales (Journey Through the Secret Life of Plants) y experiencias menos felices. La suma de este variado repertorio, notablemente virtuoso, convirtió a Wonder en un clásico multigénero. Quizá porque, como canta en Sir Duke, el tema que le dedicó a Duke Ellington y a otros grandes del jazz, “la música es un mundo en sí mismo/con un lenguaje que todos entendemos”. A partir de un casete de In Square Circle grabado en su memoria, Edgardo Scott se propuso, con agudeza y erudición, pero sin piedad ni complacencia, “escribir la transformación de un gusto de infancia”. Esa patria que nos formatea para siempre, donde reina la canción.
S/ 69.00Por qué escuchamos a Stevie Wonder
S/ 69.00