• En sentido horizontal. Feminismo y otros escritos

    Prólogo de Alejandra Costamagna | Selección y notas por Lucía Stecher Guzmán
    240 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    Como quien recoge restos arqueológicos en un terreno aún desconocido, Camila Henríquez Ureña se propone construir un canon inexistente, trazando su metódica búsqueda a través de la antigua escritura de mujeres, la carta como forma literaria, la escritura religiosa practicada en los conventos coloniales. Hija menor de una pareja de intelectuales dominicanos, Pedro y Salomé, y hermana de uno de los fundadores de la teoría crítica hispanoamericana, Pedro Henríquez Ureña, Camila escribe conferencias, discursos, ensayos. Estudia en La Habana, Minnesota, París, y viaja por España, Italia, Francia, México, Panamá, Ecuador, Perú, Argentina y Chile. Pero decide quedarse en Cuba, antes y después de la revolución. Allí, en la isla, escribe sus ensayos más importantes, participa de los congresos feministas que discutieron la nueva Constitución, cuando las mujeres recién habían obtenido el voto, realiza talleres en liceos y cárceles, trabaja en las campañas de alfabetización.
     
    En 1947, se convierte en la primera directora de la Biblioteca Americana del Fondo de Cultura Económica, en México, una de las colecciones más emblemáticas de la historia editorial del continente. La obra de Camila Henríquez Ureña ofrece un cruce singular entre educación y feminismo, en sintonía con otras escritoras y con el pensamiento crítico latinoamericano. «En sentido horizontal», una selección de sus escritos fundamentales, prologada por la narradora Alejandra Costamagna, nos acerca a la originalidad y persistencia de una figura que, como Sor Juana Inés de la Cruz o Gabriela Mistral, desarrolló su oficio movida por la pasión del conocimiento.

  • Estrofa, coro, ¡monstruo!

    Autor/a:Graham Coxon

    Traducción: Rodrigo Olavarría
    272 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    Graham Coxon, cofundador y guitarrista de Blur, fue protagonista de la escena alternativa británica de los noventa, cuando un puñado de bandas irrumpió con fuerza gracias a canciones pegadizas que tocaban aspectos identitarios del carácter inglés. El fenómeno fue bautizado como britpop y se trató, en parte, de una reacción al impacto que significó el grunge en la cultura juvenil. En ese marco, Coxon destacó como guitarrista innovador, audaz e inquieto —para algunos, el mejor de su generación—, que vio con horror el circo en torno a los grupos británicos, secuestrados por el marketing de los sellos y la prensa sensacionalista. «Todo parecía hacerse más comercial», escribe en sus memorias Estrofa, coro, ¡monstruo! sobre la época en que vivió las bondades de la popularidad pero también el lado menos amable de la fama.
     

    Hijo de un músico militar, Coxon llevó una vida nómade hasta establecerse en Colchester. Su amor por el arte y la música se manifestó temprano y con el tiempo ambas prácticas lo ayudarían a sobrellevar sus ansiedades. Estudió arte en Goldsmiths, donde fue compañero de los artistas Damien Hirst y Sarah Lucas, pero el éxito de Blur lo hizo abandonar esa carrera para volcarse a la música («debía elegir una y la otra tendría que tomar el asiento trasero»). Aquí descubrimos a un guitarrista obsesionado con el misterio de la creación musical, analítico ante la estructura y los elementos de una canción, y siempre curioso en la exploración de nuevos géneros; una pieza determinante en la permanente búsqueda sonora de su grupo.
     

    Hay nombres que se repiten a lo largo de las páginas: los de sus ídolos Pete Townshend y Paul Weller, el del productor Stephen Street y, por supuesto, los de sus compañeros de banda, Damon, Alex y Dave. El recorrido vital del músico también está cruzado por una lucha contra lo que él llama «su programación básica», aquella inclinación por sentirse «el peor de la manada», y que de algún modo explica su pasada adicción al alcohol y sus posteriores recaídas. Estrofa, coro, ¡monstruo!, como los mejores libros de este género, ofrece un testimonio apasionante y una mirada original sobre diversos asuntos, reflejando el conjunto una personalidad compleja y a ratos atormentada, pero la mayor parte del tiempo de una ternura entrañable.

  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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