• La maestra rural

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Dicen que Angélica Gólik estaba loca. Todo el barrio lo sabía, podía sentirse en la piel, daba miedo verla. Fue maestra de una escuela rural en el pueblo de San Ignacio, provincia de Córdoba, hasta que se descubrieron las incoherencias que enseñaba a los niños. Vivía con su hijo Jeremías, un niño extraño. Un día desaparecieron, dejaron la casa tal como estaba, la ropa colgada, los libros en su lugar. Con el tiempo las plantas se secaron y el sitio se llenó de escombros. También dicen que era poeta, y que su poesía era la más hermosa alguna vez escrita. Esa escritura está en el centro de esta trama y de algo que la excede, una fuerza desconocida, un genio sublime y monstruoso. A través de testimonios de los habitantes del pueblo, esta novela construye un relato plural y paranoico, un policial de provincia, sin detectives, que arma las piezas de un puzzle de horror. Una historia en que el misterio, las realidades paralelas y los eventos sobrenaturales aparecen en inesperados instantes cotidianos. Una novela donde el terror y las conspiraciones atraviesan el peronismo, la dictadura y la guerra de las Malvinas.
     

    Luciano Lamberti, considerado entre los mejores cuentistas de su generación y una de las voces más originales de la literatura argentina contemporánea, nos ofrece una pieza ineludible de la literatura fantástica. Con humor descollante y en apariencia sencillo, La maestra rural, su primera novela, se lee en la tradición narrativa de Horacio Quiroga y Esteban Echeverría, y también en las rupturas e invenciones de Samantha Schweblin, Santiago Craig o Mariana Enriquez.

  • Por qué escuchamos a Stevie Wonder

    96 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    Del góspel al pop, de la balada al funk, del jazz al soul, Stevie Wonder supo desde muy chico ser fiel a sus orígenes culturales y, al mismo tiempo, lo suficientemente curioso como para asomarse en su música a nuevas expresiones. “El genio de 12 años de edad”, como lo definieron en la célebre discográfica Motown en 1962, desde su primera aparición en un escenario, ciego de nacimiento, logró sortear todos los obstáculos. Casi sesenta años después de aquel debut precoz, nos sigue conmoviendo y animando con sus canciones, su voz y su armónica. En ese derrotero hubo hits y megahits (I Just Called to Say I Love You, Isn’t She Lovely?), obras conceptuales (Journey Through the Secret Life of Plants) y experiencias menos felices. La suma de este variado repertorio, notablemente virtuoso, convirtió a Wonder en un clásico multigénero. Quizá porque, como canta en Sir Duke, el tema que le dedicó a Duke Ellington y a otros grandes del jazz, “la música es un mundo en sí mismo/con un lenguaje que todos entendemos”. A partir de un casete de In Square Circle grabado en su memoria, Edgardo Scott se propuso, con agudeza y erudición, pero sin piedad ni complacencia, “escribir la transformación de un gusto de infancia”. Esa patria que nos formatea para siempre, donde reina la canción.

  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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