• 1945: Jorge Eduardo Eielson, vida y canción en Lima

    219 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    En 1945, Jorge Eduardo Eielson se apoderó de la literatura peruana: publicó el fulguroso Reinos, con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía, y se convirtió en un beligerante articulista del diario La Prensa, de Lima. Con apenas una veintena de años encima, y a medio lustro de haber salido del colegio, se había convertido en una figura relevante del circuito literario local. En 1945: Jorge Eduardo Eielson, vida y canción en Lima, Paulo César Peña narra y analiza algunos de los principales episodios de este periplo seguido por el joven Eielson, no solo para descubrir los mecanismos que hicieron posible su rápido ascenso, sino también para hurgar en la tormentosa relación que el poeta mantuvo con su ciudad de origen mientras vivió en ella, antes de irse a Europa —específicamente a París— en 1948. Escapando del registro meramente académico y reuniendo crónica, ensayo y poesía, este libro se trata de un mapa, no de la Lima de Eielson, sino del Eielson que vivió en Lima. Un mapa en el que extraviarse también es un modo de llegar a él.

  • El despertar del silencio

    84 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13.5 x 21 cm.

     

    Poemario del artista plástico puneño que, dividido en tres partes, cuenta las tradiciones del pueblo y las injusticias que sufren quienes menos tienen.

  • Republicanos Andinos

    Autor/a:Mark Thurner

    286 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 21 cm.
    Año de publicación: 2006

     

    El autor se refiere a un sujeto político colonial constituido en la reinscripción de formaciones políticas andinas dentro de la monarquía española y luego reconstituido en los espacios interculturales del estado republicano. Dando un giro lingüístico y postcolonial a la historia andina, Thurner ofrece una nueva lectura de la historia republicana peruana a partir de las palabras y las acciones de los indios del Callejón de Huaylas. En ese sentido, Atusparia ya no aparece como el “Amauta” heroico de los indigenistas sino como un “alcalde republicano o varayoc; y, por su lado, Cáceres ya no es más tun Inca” mesiánico sino “el Gran Republicano”. Para el autor, la historia de los republicanos andinos no se reduce o a “la promesa” nacional del “país profundo” ni al proto-nacionalismo” campesinista y popular. Se trata, más bien, de una ambigua apertura postcolonial hacia pasados y futuros políticos que siempre van mas allá de lo nacional.

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