• Contra el Imperio

    148 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Traductor: Jorge Guzmán
    Año de publicación: 2018

     

    En estas páginas, Vltchek nos advierte que existen caminos de salida que permitirán a los seres humanos y sus comunidades, en nuestro Sur Global, resistir el furioso despliegue del imperio estadounidense y europeo por África, Asia y América Latina, y volver a soñar: la memoria y la puesta en práctica de los valores, la porfiada rebeldía que es inmune a la alienación, la peregrina maña de amar, la humana tendencia a siempre politizar cada espacio cotidiano, y la noble costumbre de leer libros impresos en papel, como estrategia lúcida e invulnerable.

  • Cuentos para cerebros detenidos

    216 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    El surrealismo, lo extraño, la ciencia ficción y el absurdo vuelven del espacio de las ensoñaciones para dialogar nuevamente con el cansancio de la humanidad. Este libro reúne microrrelatos y parábolas surrealistas que se construyen desde la incertidumbre fantástica que huye del mundo racional, las artes y de la vida misma.
     

    A casi cincuenta años de su publicación, los “Cuentos para cerebros detenidos” de Raquel siguen cuestionando los engranajes lógicos e intuitivos de Occidente. Cada uno, pese a su corta extensión, invita a reemplazar la prisa por la calma, la normalidad por el juego siniestro, y aspira a abandonar el apremio frente a la necesidad humana por tener una existencia más allá del oficio, las deudas y las obligaciones de la casa.

  • La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

  • Por qué escuchamos a Stevie Wonder

    96 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    Del góspel al pop, de la balada al funk, del jazz al soul, Stevie Wonder supo desde muy chico ser fiel a sus orígenes culturales y, al mismo tiempo, lo suficientemente curioso como para asomarse en su música a nuevas expresiones. “El genio de 12 años de edad”, como lo definieron en la célebre discográfica Motown en 1962, desde su primera aparición en un escenario, ciego de nacimiento, logró sortear todos los obstáculos. Casi sesenta años después de aquel debut precoz, nos sigue conmoviendo y animando con sus canciones, su voz y su armónica. En ese derrotero hubo hits y megahits (I Just Called to Say I Love You, Isn’t She Lovely?), obras conceptuales (Journey Through the Secret Life of Plants) y experiencias menos felices. La suma de este variado repertorio, notablemente virtuoso, convirtió a Wonder en un clásico multigénero. Quizá porque, como canta en Sir Duke, el tema que le dedicó a Duke Ellington y a otros grandes del jazz, “la música es un mundo en sí mismo/con un lenguaje que todos entendemos”. A partir de un casete de In Square Circle grabado en su memoria, Edgardo Scott se propuso, con agudeza y erudición, pero sin piedad ni complacencia, “escribir la transformación de un gusto de infancia”. Esa patria que nos formatea para siempre, donde reina la canción.

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