• Antología mínima – Poesía

    380 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    Este libro reúne un puñado de notables poemas de Fernando Pessoa, el autor más universal y múltiple de Portugal, traducidos de la lengua lusa, el inglés y el francés. Dos han sido los principales artífices de esta antología: el colombiano Jerónimo Pizarro, especialista pessoano responsable de la selección y el rescate de los textos; y el poeta y editor Óscar Limache, quien se encargó de traducir a Pessoa al castellano o, más precisamente, al «peruano».
     
    Compuesto por una mezcla de poemas clásicos, hallazgos nunca traducidos a nuestro idioma y nuevas versiones de textos ya publicados, este volumen antológico configura la dosis mínima indispensable para ingresar como lector al intrincado mundo del autor portugués y, a la vez, una suerte de canapé poético capaz de desatar la adicción por el misterioso poeta de los cien rostros.

  • Cuatro páginas en blanco

    137 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 20.5 cm.

    Incomprendido en su tiempo, Federico Alzubide fue un escritor que, sin haber colocado palabra alguna sobre el papel (y de ahí el título de este libro), movió los cimientos de la crítica. ¿Era un verdadero vanguardista o alguien que se burlaba de sus lectores? Cuatro páginas en blanco, de Lucho Zúñiga, es un notable artefacto estético porque combina el ensayo, la entrevista y el microrrelato para afianzar su carácter metaliterario. Pero es, ante todo, un texto arriesgado y que no debe pasar desapercibido.

  • Un hombre feliz y otros cuentos

    192 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Traductor: Alejandro Ariel González
    Año de publicación: 2022

     

    Esta antología recoge treinta y tres cuentos del maestro universal del cuento. Con la distinción característica que lo define: sobriedad, economía de recursos, lenguaje sencillo y atención al detalle, Antón Chéjov es reconocido por su capacidad de inspirar e inspirarse con el primer argumento que apareciera ante sus ojos, examinarlo desde un ángulo cómico o triste y bosquejar un relato que, a veces solo se materializa en un simple episodio, pequeña escena, una sátira, o más a menudo una broma.
     
    En estas narraciones la risa de Chéjov es, con frecuencia, la manifestación de un temperamento jovial, alegre, puesto que por sí misma es un indicador de ánimo sano y vivaz. Sin embargo, ya en ellas el humor es empleado para revelar los contrastes de la vida o las consecuencias del ambiente social.
     
    Paradójicamente, o no tanto, el humor de Chéjov redime quizás más que los grandes alegatos religiosos y humanistas de su tiempo. La escala humana de sus personajes con sus vicios, manías y defectos, sirve en buena medida para producir el efecto de comicidad, ya que el lector se reconoce en esos enredos y malentendidos cotidianos, en los cuales la fuerza de lo omitido es mayor que la de lo expresado.

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