• La habitación de hierro. Breve antología de la prosa china (1902-1944)

    144 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.

     

    Este libro reúne un total de veintidós textos de quince autores que abarcan casi toda la primera mitad del siglo XX chino. La diversidad de los textos incluidos es tal vez el rasgo más notorio de la selección, así como la incorporación de escritos emblemáticos y de gran importancia para el estudio de la cultura y las literaturas chinas modernas. El o la lectora podrá encontrar aquí autobiografías, ensayos autobiográficos, un manifiesto político, ensayos sobre literatura, cartas, ensayos literarios, pequeñas prosas, textos polémicos, prólogos y relatos de viaje. Se intenta así dar una idea de la amplitud de géneros, estilos, recorridos y lenguajes que caracterizan la prosa literaria china de las primeras cinco décadas del siglo XX. Además, recoge temas que atravesaron este medio siglo, como: la revolución de 1911, el surgimiento del movimiento de la nueva cultura, los viajes a Japón y a Rusia, la emergencia del marxismo, la problemática de la mujer, la función del intelectual y de la literatura, el problema del verso y la poesía nueva, los movimientos estudiantiles y la represión política, entre otros.
     

    La obra cubre un período marcado por el surgimiento de géneros y estilos nuevos y, sobre todo, de una lengua literaria nueva. Desde la lengua clásica simplificada de Liang Qichao con el que abre el libro, hasta la lengua moderna del texto de Mao con el que se cierra, se percibe una serie de escalas y estadios intermedios, estilos, momentos y formaciones que reflejan el proceso de cambio y transición de esa lengua.

  • La Hermandad de la Casa Grande

    509 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 22 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    Es 1879. Al norte, Chile defiende las inversiones extranjeras en la Guerra del Pacífico. Al sur, más allá de la Araucanía ya invadida, desde una isla grande casi inexplorada se dispersan rumores de violencia, superstición y de un Estado incapaz de imponer su ley.
     

    La élite estaría tranquila si algunos «elementos» que no están ocupados en la frontera con Perú penetraran Chiloé. Necesitan pruebas para condenar a esos delincuentes que aterrorizan a la población con viejas creencias indígenas. Se hacen llamar brujos. Se organizan como La Recta Provincia o La Hermandad de la Casa Grande. Mienten para asustar y cambian los nombres a las ciudades de la isla –Achao, Dalcahue o Quicaví–, confundiéndolas con otras: Buenos Aires, Villarrica, Salamanca.
     

    Si fueran solo mitos, al Gobierno le bastaría con dejar olvidado ese recóndito lugar. Pero quien se hace llamar El Mayor Mentiroso del Mundo asegura haber escapado de los brujos y recorre el norte deslumbrando a los extranjeros: les habla de maleficios, monstruos y asesinatos; de las sangrientas luchas entre clanes para hacerse de un reinado en decadencia. Por esas mentiras, o para asegurar un inestable orgullo nacional, coroneles y tenientes deciden darle fin a cosas que un mortal no tiene el poder de terminar.

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