• Cuatro páginas en blanco

    137 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 20.5 cm.

    Incomprendido en su tiempo, Federico Alzubide fue un escritor que, sin haber colocado palabra alguna sobre el papel (y de ahí el título de este libro), movió los cimientos de la crítica. ¿Era un verdadero vanguardista o alguien que se burlaba de sus lectores? Cuatro páginas en blanco, de Lucho Zúñiga, es un notable artefacto estético porque combina el ensayo, la entrevista y el microrrelato para afianzar su carácter metaliterario. Pero es, ante todo, un texto arriesgado y que no debe pasar desapercibido.

  • Las manos del general

    248 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 22 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1987 la tumba de Juan Domingo Perón fue profanada y su cadáver mutilado. El asesinato del juez que investigaba el caso paralizó las pesquisas, y hoy, casi 40 años después, nadie sabe dónde están las manos del expresidente argentino. Julio del año 2000: un hombre aparece tirado en una calle de Avellaneda. Tiene unas manos distintivas, aparentemente más viejas que su cuerpo: son las manos de Perón.
     
    Ricardo Moreno, tenaz y ambicioso periodista del diario Crónica, relegado por sus jefes en la redacción de notas sin importancia, está dispuesto a seguir cualquier información de algo tan serio como delirante. Pronto queda atrapado en una red de intrigas que conecta la profanación de la tumba de Perón, la muerte de comisarios y policías, el supuesto suicidio de un importante cirujano y la desaparición de una doctora en una colonia neuropsiquiátrica cercana a Buenos Aires. En esta novela, finalista del Premio Clarín 2020, el escritor argentino Gonzalo Fassón retoma el misterio de una de las mayores conspiraciones de la historia argentina. Con una narración ágil y un suspenso apremiante, desarrolla una investigación policial que busca lo que ya nadie busca y quizás encuentre lo que nadie quisiera encontrar.

  • Mi culo es mío. Mujeres que bailan como se les canta

    160 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Si históricamente en los bailes populares censurados las protagonistas eran las caderas, más recientemente el foco de interés se fue desplazando al movimiento y sacudimiento glúteo. Y el trasero, la cola, el culo –las partes bajas del cuerpo en el léxico bajtiniano de lo popular– se fue imponiendo como un signo cultural y político en disputa, atravesado por miradas, debates y experiencias. Modos de bailar de alta densidad erótica como el perreo y el twerking y músicas como la cumbia, el reggaetón, el trap o el electro pop son vistas por muchos como sexistas y degradantes para las mujeres. Sin embargo, en estos años también ganaron visibilidad y aceptación otras miradas impulsadas por artistas que reivindican estas prácticas como formas de reapropiación del goce y la autonomía de los cuerpos. El baile fue tomado por los discursos feministas como un recurso para reivindicar la soberanía sexual, generando un acercamiento novedoso entre las reivindicaciones políticas de género y la exhibición erótica de las mujeres en el ámbito musical.
     

    Este libro propone un recorrido por las músicas panlatinas de origen popular y ascenso masivo y su sincronización con el movimiento Ni Una Menos y las luchas por los derechos de género, desde una perspectiva de crítica cultural feminista. “Mi culo es mío” parafrasea la consigna de los años sesenta Mi cuerpo es mío, que en la lucha contra la violencia machistay por el derecho al aborto legal cobró vigencia nuevamente, resituando discusiones y posiciones del feminismo respecto a la libertad sexual pública expresada en y con la música.

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