• “Vuelve no te quedes”. Encantos y pérdida de la sombra en los Andes de Piura

    Autor/a:Mario Polia

    250 páginas | Tapa blanda | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    Además de captar las sutilezas del curanderismo de la sierra norteña, el Dr. Polia ofrece interpretaciones lúcidas del material etnográfico ligándolo con la cosmovisión andina. Por medio de esta metodología, muestra la lógica de la teoría y la terapia de los curanderos. Demuestra además que la “pérdida de la sombra” (susto o espanto) es el hilo conector entre síndromes tales como la “tapiadura”, la “shucadura”, el “piso de cerro”, el “encanto de cerro”, el “daño” y el “guayanche” que causan el ingreso de la “sombra” a una dimensión mítica, paralela a la vida ordinaria, donde viven espíritus de cerros, lagunas, huacas, plantas y antepasados. Complementando esta manera de proceder, el autor agrega la comparación etnológica y la lingüística para demostrar la homogeneidad entre creencias y prácticas de la sierra de Piura, de culturas de los Andes peruanos que habla quechua y aymara y de las culturas de habla nahua de México. Asimismo, llama la atención a la paralela y antigua presencia del concepto de “pérdida del alma” en la cultura popular europea. También documenta, por medio de su conocimiento de crónicas españolas de la época colonial, la continuidad cultural a través de tiempos de estas prácticas indígenas de los Andes.

  • Canten putos. Historia incompleta de los cantitos de cancha

    104 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    El procedimiento es simple y conocido: la hinchada de un equipo de fútbol toma una canción popular, le cambia la letra y la canta a coro en la cancha para transmitir un mensaje. En la Argentina, sin embargo, las transformaciones pueden ser complejas y maravillosas. La balada de una cantante mexicana se convierte en un cantito que amenaza con quemar el barrio porteño de Floresta. Una oda inspirada en las montañas de Aspen se usa para separar a los “vigilantes” de los que “tienen aguante”. Una obra compuesta por un canadiense para un musical hippie termina siendo el cantito más conocido de la selección uruguaya. Una docena de canciones brasileñas sirven como base melódica para cantitos de pasión, violencia y odio. Las marchas de los partidos políticos se adaptan a cantitos de cancha. Los cantitos de cancha se cantan en las marchas políticas. Canciones de Erasure, Village People o Víctor Heredia pueden derivar en cantitos homofóbicos. La cumbia La pollera amarilla puede servir para un mensaje de xenofobia extrema. Ya desde el título, este libro propone mostrar y pensar este fenómeno cultural, con todos sus vicios y virtudes, a flor de piel. En estas crónicas, el autor rastrea la historia de los cantitos de cancha. En su rol de detective, Soriano intenta unir el puente entre los autores de las canciones originales y sus adaptaciones. Pero cuanto más busca, más dudas y misterios encuentra.   

  • Estrofa, coro, ¡monstruo!

    Autor/a:Graham Coxon

    Traducción: Rodrigo Olavarría
    272 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    Graham Coxon, cofundador y guitarrista de Blur, fue protagonista de la escena alternativa británica de los noventa, cuando un puñado de bandas irrumpió con fuerza gracias a canciones pegadizas que tocaban aspectos identitarios del carácter inglés. El fenómeno fue bautizado como britpop y se trató, en parte, de una reacción al impacto que significó el grunge en la cultura juvenil. En ese marco, Coxon destacó como guitarrista innovador, audaz e inquieto —para algunos, el mejor de su generación—, que vio con horror el circo en torno a los grupos británicos, secuestrados por el marketing de los sellos y la prensa sensacionalista. «Todo parecía hacerse más comercial», escribe en sus memorias Estrofa, coro, ¡monstruo! sobre la época en que vivió las bondades de la popularidad pero también el lado menos amable de la fama.
     

    Hijo de un músico militar, Coxon llevó una vida nómade hasta establecerse en Colchester. Su amor por el arte y la música se manifestó temprano y con el tiempo ambas prácticas lo ayudarían a sobrellevar sus ansiedades. Estudió arte en Goldsmiths, donde fue compañero de los artistas Damien Hirst y Sarah Lucas, pero el éxito de Blur lo hizo abandonar esa carrera para volcarse a la música («debía elegir una y la otra tendría que tomar el asiento trasero»). Aquí descubrimos a un guitarrista obsesionado con el misterio de la creación musical, analítico ante la estructura y los elementos de una canción, y siempre curioso en la exploración de nuevos géneros; una pieza determinante en la permanente búsqueda sonora de su grupo.
     

    Hay nombres que se repiten a lo largo de las páginas: los de sus ídolos Pete Townshend y Paul Weller, el del productor Stephen Street y, por supuesto, los de sus compañeros de banda, Damon, Alex y Dave. El recorrido vital del músico también está cruzado por una lucha contra lo que él llama «su programación básica», aquella inclinación por sentirse «el peor de la manada», y que de algún modo explica su pasada adicción al alcohol y sus posteriores recaídas. Estrofa, coro, ¡monstruo!, como los mejores libros de este género, ofrece un testimonio apasionante y una mirada original sobre diversos asuntos, reflejando el conjunto una personalidad compleja y a ratos atormentada, pero la mayor parte del tiempo de una ternura entrañable.

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