• K’intu. Historias, memorias y recorridos de la hoja de coca. Antología, siglos XVI-XXI

    388 páginas | Tapa blanda | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    A través de las 36 piezas, artículos, crónicas y fragmentos de libros, se ofrece un arco cronológico y a la vez un panorama temático y regional sobre la historia, usos, propiedades y avatares por los que la hoja de coca ha atravesado en los últimos siglos. Una selección que incluye voces de cronistas del siglo XVI, viajeros e investigadores de los siglos siguientes, hasta llegar a la de estudiosos y expertos contemporáneos, como también a la de cronistas del siglo XXI; un conjunto que incluye textos ya publicados en castellano, traducciones de otros publicados en inglés y francés, así como algunos inéditos especialmente redactados para esta antología.

  • La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

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