• La habitación de hierro. Breve antología de la prosa china (1902-1944)

    144 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.

     

    Este libro reúne un total de veintidós textos de quince autores que abarcan casi toda la primera mitad del siglo XX chino. La diversidad de los textos incluidos es tal vez el rasgo más notorio de la selección, así como la incorporación de escritos emblemáticos y de gran importancia para el estudio de la cultura y las literaturas chinas modernas. El o la lectora podrá encontrar aquí autobiografías, ensayos autobiográficos, un manifiesto político, ensayos sobre literatura, cartas, ensayos literarios, pequeñas prosas, textos polémicos, prólogos y relatos de viaje. Se intenta así dar una idea de la amplitud de géneros, estilos, recorridos y lenguajes que caracterizan la prosa literaria china de las primeras cinco décadas del siglo XX. Además, recoge temas que atravesaron este medio siglo, como: la revolución de 1911, el surgimiento del movimiento de la nueva cultura, los viajes a Japón y a Rusia, la emergencia del marxismo, la problemática de la mujer, la función del intelectual y de la literatura, el problema del verso y la poesía nueva, los movimientos estudiantiles y la represión política, entre otros.
     

    La obra cubre un período marcado por el surgimiento de géneros y estilos nuevos y, sobre todo, de una lengua literaria nueva. Desde la lengua clásica simplificada de Liang Qichao con el que abre el libro, hasta la lengua moderna del texto de Mao con el que se cierra, se percibe una serie de escalas y estadios intermedios, estilos, momentos y formaciones que reflejan el proceso de cambio y transición de esa lengua.

  • Un rumor entre los árboles. Poemas sobre naturaleza y pájaros

    92 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1840, Emily Dickinson ingresó a la prestigiosa Academia de Amherst, sólo dos años después de que se aceptaran a mujeres. Allí, durante siete años estudió literatura, historia, religión, geografía, matemáticas, biología, griego y latín, y aprendió floricultura, horticultura y jardinería. En una clase de botánica, Emily quedó tan fascinada que empezó a elaborar su propio herbario, en el que acumuló cientos de plantas y flores prensadas, acompañadas de sus respectivos nombres en latín. Así nacerán los poemas contenidos en este volumen, en los que Dickinson se vincula, en su praxis cotidiana de la palabra, no sólo con una amplia variedad de especies vegetales, sino también con los pájaros, pues una importante fracción de su poesía, de una modernidad alejada de sus contemporáneos, está dedicada a la reflexión y contemplación de su entorno natural. «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía», dirá Dickinson, afirmación que, sin duda alguna, define la experiencia que es su poesía. Estas páginas son destellos sutiles de una amante de la naturaleza, en comunicación con la tierra como alimento diario, su palabra llega hasta nosotros como flechas lanzadas hacia nuestro presente y futuro.

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