• El nombre del Perú

    90 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13 x 20 cm.

     

    El nombre del Perú (1951) realiza un recuento de las diferentes versiones que existen sobre el origen del nombre de nuestro país. Porras sostiene que el nombre del Perú proviene de una deformación del nombre del cacique del Birú, cuyos reducidos dominios se hallaban en la costa del Darién en la frontera entre las actuales Panamá y Colombia. Hasta ahí llegaron los conquistadores en su primer viaje y al que los soldados y aventureros de Panamá decidieron llamar Perú. Así, el nombre del Perú habría surgido de la deformación castellana de un vocablo indígena. En sus conclusiones, el historiador señala: el nombre del Perú fue desconocido para los Incas. Fue impuesto por los conquistadores españoles y rechazado por los indios del Perú, que se negaban a usarlo, según el testimonio de Valera, Acosta y Garcilaso.

  • La habitación de hierro. Breve antología de la prosa china (1902-1944)

    144 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.

     

    Este libro reúne un total de veintidós textos de quince autores que abarcan casi toda la primera mitad del siglo XX chino. La diversidad de los textos incluidos es tal vez el rasgo más notorio de la selección, así como la incorporación de escritos emblemáticos y de gran importancia para el estudio de la cultura y las literaturas chinas modernas. El o la lectora podrá encontrar aquí autobiografías, ensayos autobiográficos, un manifiesto político, ensayos sobre literatura, cartas, ensayos literarios, pequeñas prosas, textos polémicos, prólogos y relatos de viaje. Se intenta así dar una idea de la amplitud de géneros, estilos, recorridos y lenguajes que caracterizan la prosa literaria china de las primeras cinco décadas del siglo XX. Además, recoge temas que atravesaron este medio siglo, como: la revolución de 1911, el surgimiento del movimiento de la nueva cultura, los viajes a Japón y a Rusia, la emergencia del marxismo, la problemática de la mujer, la función del intelectual y de la literatura, el problema del verso y la poesía nueva, los movimientos estudiantiles y la represión política, entre otros.
     

    La obra cubre un período marcado por el surgimiento de géneros y estilos nuevos y, sobre todo, de una lengua literaria nueva. Desde la lengua clásica simplificada de Liang Qichao con el que abre el libro, hasta la lengua moderna del texto de Mao con el que se cierra, se percibe una serie de escalas y estadios intermedios, estilos, momentos y formaciones que reflejan el proceso de cambio y transición de esa lengua.

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