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Confesiones de un inglés comedor de opio
Traducción: Aarón Pajuelo
156 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 20.5 cm.Antes que Edgar Allan Poe, Charles Baudelaire o William Burroughs, el inglés Thomas de Quincey anduvo por los paraísos artificiales del opio y fundó el malditismo literario. Estas Confesiones de un inglés comedor de opio, publicadas de forma anónima y por entregas en la London Magazine, mezclan la autoficción y el ensayo para constituir un testimonio de época en torno a las costumbres narcóticas de la Inglaterra del siglo XIX. De Quincey se adelanta medio siglo al «spleen» parisino, se hace beatnik un siglo y medio antes de los beatniks, vagabundea y descubre la flor más dulce, la flor que lo hace soñar y lo lleva al éxtasis terrenal. Un clásico por excelencia de la «literatura opiómana».
S/ 45.00 -
Estrofa, coro, ¡monstruo!
Traducción: Rodrigo Olavarría
272 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
Año de publicación: 2023Graham Coxon, cofundador y guitarrista de Blur, fue protagonista de la escena alternativa británica de los noventa, cuando un puñado de bandas irrumpió con fuerza gracias a canciones pegadizas que tocaban aspectos identitarios del carácter inglés. El fenómeno fue bautizado como britpop y se trató, en parte, de una reacción al impacto que significó el grunge en la cultura juvenil. En ese marco, Coxon destacó como guitarrista innovador, audaz e inquieto —para algunos, el mejor de su generación—, que vio con horror el circo en torno a los grupos británicos, secuestrados por el marketing de los sellos y la prensa sensacionalista. «Todo parecía hacerse más comercial», escribe en sus memorias Estrofa, coro, ¡monstruo! sobre la época en que vivió las bondades de la popularidad pero también el lado menos amable de la fama.
Hijo de un músico militar, Coxon llevó una vida nómade hasta establecerse en Colchester. Su amor por el arte y la música se manifestó temprano y con el tiempo ambas prácticas lo ayudarían a sobrellevar sus ansiedades. Estudió arte en Goldsmiths, donde fue compañero de los artistas Damien Hirst y Sarah Lucas, pero el éxito de Blur lo hizo abandonar esa carrera para volcarse a la música («debía elegir una y la otra tendría que tomar el asiento trasero»). Aquí descubrimos a un guitarrista obsesionado con el misterio de la creación musical, analítico ante la estructura y los elementos de una canción, y siempre curioso en la exploración de nuevos géneros; una pieza determinante en la permanente búsqueda sonora de su grupo.
Hay nombres que se repiten a lo largo de las páginas: los de sus ídolos Pete Townshend y Paul Weller, el del productor Stephen Street y, por supuesto, los de sus compañeros de banda, Damon, Alex y Dave. El recorrido vital del músico también está cruzado por una lucha contra lo que él llama «su programación básica», aquella inclinación por sentirse «el peor de la manada», y que de algún modo explica su pasada adicción al alcohol y sus posteriores recaídas. Estrofa, coro, ¡monstruo!, como los mejores libros de este género, ofrece un testimonio apasionante y una mirada original sobre diversos asuntos, reflejando el conjunto una personalidad compleja y a ratos atormentada, pero la mayor parte del tiempo de una ternura entrañable.
S/ 95.00Estrofa, coro, ¡monstruo!
S/ 95.00